La noche del sábado, antes de su último Ángelus y del Domingo de Resurrección, el papa Francisco hizo su última llamada. Fue a la iglesia de la Sagrada Familia, en Gaza, donde se refugian 500 cristianos.
El Papa habló por WhatsApp con el sacerdote argentino Gabriel Romanelli y con refugiados en la Franja. Fue su despedida antes del Domingo de Resurrección. El video es un archivo de enero.
La noche del sábado, antes de su último Ángelus y del Domingo de Resurrección, el papa Francisco hizo su última llamada. Fue a la iglesia de la Sagrada Familia, en Gaza, donde se refugian 500 cristianos.
Desde que estalló la guerra, Francisco llamó cada noche a las 20:00 a ese templo, el único católico en la Franja. Incluso lo hizo desde el hospital, cuando empezaba a sentirse mejor.
Por WhatsApp, hablaba desde Santa Marta con el padre argentino Gabriel Romanelli, su segundo egipcio, las monjas de Sor Teresa de Calcuta y varios refugiados.
En su última comunicación, Francisco los bendijo y agradeció sus oraciones. “Él nos llamó el sábado. Nos dijo que rezaba por nosotros”, relató el padre Romanelli.
En un video de enero, difundido por Vatican News, se lo escucha despedirse con un “A domani” en italiano y un “Shkran” en árabe. Fue su último contacto con una comunidad que siempre tuvo cerca.
Allí, además de los refugiados, viven chicos discapacitados y ancianos atendidos por las religiosas. La llamada final de Francisco fue, también, un gesto de fe, ternura y cercanía.
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