Los dirigentes de la UE dieron este jueves luz verde para sancionar al régimen de Bielorrusia, pero no al presidente Alexander Lukashenko, y amenazaron a Turquía con sanciones si persiste en las actividades de perforación en aguas territoriales de Chipre.
"Hemos decidido aplicar sanciones contra los responsables de la represión en Bielorrusia", anunció el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en rueda de prensa conjunta con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
Con ese acuerdo, "somos creíbles", insistió al finalizar la primera jornada de esta cumbre dedicada a las relaciones internacionales y destinada a afirmar el papel de Europa como "potencia geopolítica". Aclaró que el presidente Lukashenko no figura en la lista.
Esas sanciones serán "efectivas a partir del viernes", dijo. Y la lista no está cerrada, aseguró. "Si se complica, no nos abstendremos de poner a Lukashenko bajo sanciones", advirtió el presidente francés Emmanuel Macron en una rueda de prensa.
Estas sanciones afectan a unos 40 altos cargos bielorrusos acusados de represión contra la oposición o de falsificar el resultado de las elecciones presidenciales del 9 de agosto.
Se trata de una medida que pedía la oposición bielorrusa. "Si la UE se une a nosotros (...) esto podría ser de mucha ayuda", afirmó el jueves la opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya a la radio RTL.
Estas medidas llevaban varias semanas listas, pero debían ser aprobadas por unanimidad por los Estados miembros. Pero Chipre se negaba a dar su visto bueno si la UE no enviaba primero un mensaje contundente a Turquía para que detuviera las actividades ilegales de perforación en sus aguas.
Por eso la cumbre del jueves acabó centrada en el conflicto en el Mediterráneo oriental, donde Turquía, Grecia y Chipre se disputan yacimientos de hidrocarburos.
Chipre exigía que la opción de las sanciones figurara en las conclusiones de la reunión sobre las relaciones entre la UE y Turquía.
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Solidaridad con Grecia y Chipre
La UE adoptó un doble enfoque con respecto a Ankara con el compromiso de mejorar una serie de cooperaciones y reactivar la unión aduanera si Turquía detiene sus perforaciones en aguas de Chipre, explicó Charles Michel.
"Si Ankara continúa con sus acciones ilegales, utilizaremos todos los instrumentos disponibles", advirtió sin embargo Ursula von der Leyen.
A la Comisión se le encargó desarrollar sanciones económicas y están listas para ser "utilizadas inmediatamente", dijo. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan está invitado a "aprovechar esta oferta" y los líderes de la UE han acordado juzgar "antes de fin de año si se han registrado avances positivos", anunció Michel.
"La solidaridad con Grecia y Chipre (...) no es negociable", advirtió Emmanuel Macron a su llegada a Bruselas. "Cuando un Estado miembro de la UE es atacado, amenazado, cuando no se respetan sus aguas territoriales, es deber de los europeos mostrar solidaridad", dijo.
"Esperamos una nueva dinámica en nuestras relaciones con Turquía", comentó la canciller alemana Angela Merkel, satisfecha de una cumbre "exitosa". "La Unión Europea tiene mucho interés en desarrollar una relación verdaderamente constructiva con Turquía, a pesar de todas las dificultades", estima Merkel.
Señal de una voluntad de apaciguamiento por parte de Ankara, el jueves se llegó a un acuerdo en la OTAN entre Grecia y Turquía sobre un mecanismo para evitar conflictos y el presidente Erdogan dijo que está determinado a "mantener las vías del diálogo abiertas" con la UE.