Por Marcelo Romano
Sus recorridos dentro de la historia del “maratón más lindo del mundo” parece calcado. Es que ambos debutaron en estas tierras en 1999 y, luego de un par de incursiones sin mucha suerte, comenzaron a convertirse en protagonistas del evento, hasta tener la exclusividad del mismo. Los dos ganaron dos veces y también en dos oportunidades lograron la medalla de plata. Claro está, la gran diferencia reside en que el búlgaro mantuvo la regularidad durante toda la temporada, y por eso es el siete veces campeón mundial, consecutivamente desde 2001.
La primera aparición de Stephane Gomez fue precisamente ese año, cuando terminó en el cuarto lugar, apenas un segundo detrás de su compatriota Emmanuel Possier y a 30 segundos de otro francés gigante, Stephane Lecat.
Esa vez, Stoychev fue décimo. En 2002, ambos mejoraron su rendimiento: a Gomez le faltó muy poco para alzarse con la corona (llegó 25 segundos más tarde que el ganador, el argentino Gabriel Chaillou), mientras que el búlgaro ya empezaba a dar señales claras, con un cuarto lugar.
Estalla el gran duelo
La XXX edición del maratón, en 2003, fue el primer detonante de lo que a partir de ahí se convertiría en la máxima pugna de estos últimos años, para deleite de todos los seguidores de la prueba. En aquella ocasión, el santafesino Rafael Pérez lideró la prueba durante todo su desarrollo, pero en el cierre le alcanzó apenas con lo justo para lograr los laureles: Stoychev llegó 10 segundos detrás (en el sprint final casi lo alcanza) y Gomez otros 3 segundos relegado (“si la carrera duraba 15 minutos más, la ganaba yo”, dijo luego el francés, que llegó a estar 6 minutos atrás de Pérez).
Fue apenas el anuncio del gran duelo, porque un año después la primera batalla se hizo realidad. En 2004, el río estuvo muy bajo y la carrera duró una hora más que en el año anterior. Stoychev y Gomez se escaparon en la punta, y nadaron la última hora juntos. Así, llegaron a las boyas de Coronda uno encima del otro, literalmente, nadando con sus últimas fuerzas para intentar superar al otro por lo mínimo. Y ahí se produjo el altercado: en la boya final, Stoychev le cerró el paso a Gomez, que chocó con el obstáculo y llegó segundo. ¿Hubo intención? Para los árbitros de la prueba sí, por lo que le sacaron la corona al búlgaro.
“Polémico maratón”, tituló El Litoral. “Descalificaron al campeón del mundo por actitud antideportiva”, completó en el suplemento especial. “Me empujó hacia la boya”, dijo el francés. “Hubo contacto pero no intención. Es la primera vez que soy descalificado. Era mi primera victoria en Santa Fe”, aclaró con bronca el otro protagonista del incidente.
Un nuevo capítulo
Pero ésa fue sólo la primera parte de un enfrentamiento que todavía tiene vigencia. Un año después, en 2005, los dos llegaron con intenciones de mostrarse y dejar atrás la polémica. Sin embargo, en las declaraciones previas aún quedaban vestigios de aquella reciente historia. “Si me ganan en forma antirreglamentaria no me gusta. Lo normal es respetarnos”, dijo Gomez. “Me quedó un sabor amargo por la definición de la edición anterior. Fui descalificado injustamente. Ahora sólo pienso en ganar sin dejar dudas”, agregó Stoychev.
Y el río Coronda tenía preparada para ellos una nuevo cierre de antología. Esa vez, terció un argentino, Damián Blaum, quien fue adelante durante la mayoría de la carrera pero no pudo aguantar el embate final de los titanes europeos. Igualmente, su tercer puesto (a cinco segundos del ganador) marcó un brillante desempeño. “Fue increíble, la verdad es que fue sueño”, dijo luego el bonaerense.
De más está decir entonces que otra vez el sprint final fue impresionante por su paridad. Y le tocó ganar al francés Gomez, que le sacó apenas un segundo a Stoychev. “Fue para Gomez, y no se habla más”, destacó en su portada El Litoral. El galo festejó con grandilocuencia, ante un campeón del mundo que se retiró con mucho fastidio.
La revancha del mejor
El múltiple (y aún vigente) campeón mundial de aguas abiertas debió esperar entonces hasta la edición de 2006 para saldar su gran materia pendiente: la Santa Fe-Coronda.
Claro que, como era de esperar, no le iba a resultar para nada fácil su primera victoria en estas tierras. Nuevamente la costanera corondina fue testigo de un sprint de cierre que determinó los lugares del podio. Esta vez, los protagonistas fueron dos viejos conocidos (Stoychev y Gomez, por supuesto) más el egipcio Mohamed El Zanaty. Y en esos 200 metros finales el número 1 del mundo pudo por fin sacar distancias, para ganarle sin contratiempos, aunque por apenas 16 segundos, al francés. “Era una espina en mi vida, porque ya hace 8 años que la corro. Ya la gané en 2004 (recordando su polémica descalificación) y ahora lo confirmé, volviéndola a ganar”, le dijo a El Litoral a su arribo a la meta.
La última vez
Después de tremendas cruzadas en el agua en las anteriores ediciones, todos esperaban el 2007 para que haya un desempate entre el búlgaro y el francés. Sin embargo, la federación de su país determinó que Gomez compita en el circuito de 10 kilómetros, para intentar lograr una plaza en los Juegos Olímpicos, por lo que estuvo ausente de nuestro maratón.
La mayoría presagiaba entonces una victoria cómoda de Stoychev, pero apareció otra vez en escena el argentino Blaum, para darle un toque de emoción a la jornada del 4 de febrero. El bonaerense sufrió nuevamente la mayor entereza física del campeón, ya que lideró la prueba durante gran parte de la misma, pero en el cierre se impuso el búlgaro.
“Otra definición inolvidable”, tituló El Litoral. “Quería llegar así al sprint, aunque fue muy difícil ganar”, dijo Stoychev. “No siento haberla perdido, ganó el mejor”, comentó Blaum. Lo concreto es que primero llegó el campeón, tres segundos después tocó el acrílico el argentino y cinco segundos más tarde lo hizo el también búlgaro Tihomir Ivanchev, en otro desenlace de película.
Así, con estos sensacionales antecedentes que nos muestra un repaso de las últimas cinco ediciones, sumado al confirmado regreso de Stephane Gomez, al crecimiento de Blaum y a la siempre atemorizante presencia de Stoychev, el maratón que se realizará el próximo domingo promete un nuevo final de pronóstico cerrado que será imposible perderse.






