"Estuve con Messi y parecíamos dos jugadores de metegol..."

Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Quito, Ecuador)

Tipo agradable, entrador, ocurrente y simpático. Luis Juez es el embajador argentino en Ecuador. Ya se había hecho protagonista cuando organizó un operativo descomunal para que Atlético Tucumán pueda llegar a tiempo para jugar un partido de la Libertadores, cortando calles y consiguiendo su objetivo. Se instaló en Guayaquil desde el mismo momento en que llegó la selección, estuvo charlando con los jugadores y en el estadio, habló con el enviado de El Litoral.

-Cuénteme alguna anécdota con Messi…

-Linda experiencia… Parecíamos dos jugadores de metegol, petisitos los dos… Claro que él es un fenómeno jugando y yo soy un burro.

-¿Cómo los vio?

-Con Mascherano, Messi, Di María y los más experimentados, coincidíamos en que parece una herejía que se trate de fracasados a todos estos muchachos que han llegado a jugar finales y que son triunfadores natos. Ellos se sienten en deuda con la gente y lo reconocen. Pero en mi opinión, muchos se comportaron muy mal con ellos. Esta es la educación que se le ha inculcado a varias generaciones, haciéndoles creer que los que salen primeros son los únicos que sirven y que el resto son perdedores y fracasados.

-¿Se piensa quedar en Ecuador?

-Mirá, acá tengo todo. Este es un pueblo maravilloso, respetuoso, afectuoso. Acá vivo bien, cobro en dólares, tengo un auto lindo, pero mi objetivo es volver a la Argentina porque quiero ser gobernador de Córdoba. Los que vienen acá, se quieren quedar a vivir para siempre. Fijáte el caso de Jorge Célico, conoció una ecuatoriana, le fue bien profesionalmente y se quedó para siempre. Este es un país bárbaro. Y yo hice cosas por ellos. Hacía 12 años que no traían carne de la Argentina. Y yo les dije: “traigan carne de mi país y verán que no van a gastar plata de más en odontólogos”. Y así fue.

Al estilo Luis Juez, un personaje risueño, entrador, que confesó haber pasado gratos momentos con los jugadores de la selección y anunció lo que luego se dio: el final de la veda de los jugadores con la prensa.

“Nos metimos solos en este lio”

El desahogo fue de todos. Algunos jugadores lloraban, se abrazaban con Ruggeri, Burruchaga y el Conejo Tarantini, al que seguramente muchos ni lo habrán visto jugar, comenzaron a cantar desaforados dentro del vestuario y ahí nomás resolvieron volver a hablar con la prensa.

Antes, en el campo de juego, ofrendaron sus camisetas a la gente y cantaron como hinchas. Fue un desahogo para tanta tensión acumulada. Y el que mejor supo expresarlo fue Messi:

"Fue un poquito de desahogo porque la teníamos difícil, merecimos más. Nos fuimos metiendo solos en este lío, y acá no era fácil, se me pasaron un montón de cosas cuando llegó el 0-1, pero el grupo se sobrepuso muy bien y se puso rápido en ventaja", dijo el mejor jugador del mundo.

Además, dejó en claro sus dudas cuando dijo que “estaba el temor de quedar afuera, dejamos pasar oportunidades, y venir a definir acá... Hubiera sido una locura no ir al Mundial, no sólo para mí, para toda la Argentina. Necesitábamos clasificar, ahora es momento de disfrutar, de estar tranquilos", señaló en un vestuario desbordante de emoción.