El positivo de coronavirus de Martín Insaurralde, que encendió todas las alarmas en el Gobierno Nacional y obligó a reorganizar las actividades del presidente Alberto Fernández, generó una cadena de contagios que alcanzó a nueve de sus funcionarios.
El caso del intendente, que encendió las alarmas en el Gobierno, causó una cadena de contagios en su gabinete.
El positivo de coronavirus de Martín Insaurralde, que encendió todas las alarmas en el Gobierno Nacional y obligó a reorganizar las actividades del presidente Alberto Fernández, generó una cadena de contagios que alcanzó a nueve de sus funcionarios.
Entre los casos más cercanos a Insaurralde están el secretario de Gobierno, Martín Choren, y la secretaria privada, Vicky Bourio. El director de Compras, Daniel Perfumo, dio positivo pero no tiene síntomas. El secretario de Obras Públicas, Emiliano Piergiovanni, también se contagió, al igual que el chofer de Insaurralde, y Matías Urso, de Personal.
Insaurralde no trabajaba en la municipalidad porque montó su base de operaciones en el Parque de Lomas, y es allí donde acudían sus funcionarios y otros empleados municipales. Este sábado se confirmó además que el vicepresidente de la Fundación Bapro, Alejandro Alegretti, también dio positivo.
En tanto, el test realizado al secretario general de la provincia, Federico Thea, "por ser contacto estrecho de un caso confirmado de coronavirus, arrojó resultado negativo". Alegretti y Thea habían estado en contacto esta semana con Insaurralde, y ahora "se encuentran cumpliendo el aislamiento, siguiendo los protocolos establecidos por la autoridad sanitaria", destaca el parte oficial.
También fue sometido a un test el presidente de la cámara de Diputados, Federico Ortemin, quien pasadas las 17 informó desde su cuenta en Twitter que dio negativo.