Con la reapertura de la causa la querella busca que se lleven adelante medidas de prueba pendientes, como la declaración de la hija de Di Natale que era una niña y nunca pudo decir si vio algo la noche en que su madre cayó por un balcón. El fiscal ante la Cámara de Casación Penal, Javier De Luca, solicitó que se cumpla con lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y se envíe al juzgado de primera instancia el expediente en el que se investiga la muerte de Di Natale, hallada sin vida en su domicilio el 1 de marzo de 2003.
“El objeto de esta causa ha quedado reducido al cumplimiento de lo dispuesto por la Corte, que no consiste en dictar otra resolución conforme a derecho, sino a producir la medida de prueba que allí se indica. La Corte no se limitó a señalar que debía prosperar la queja y retrotraerse la causa para abrirse la instancia de Casación”, señaló el dictamen al que accedió DyN.
De esta manera, De Luca pidió que el trámite no se demore en instancias innecesariamente y se dé rápido cumplimiento para que el caso sea remitido, cuanto antes, al juzgado de instrucción. La encargada de investigar es la jueza Fabiana Palmaghini, la misma de la causa por la muerte del fiscal de la causa AMIA Alberto Nisman y que la semana pasada pidió inesperadamente que el expediente pasara al fuero federal, algo que aún está en discusión.
“Lo que más me inquieta es que (quien investiga la muerte de Nisman) es la misma Jueza que trató la causa del “suicidio” de Lourdes Di Natale, ex Secretaria de Emir Yoma, quien lo denunció por pago de coimas y fue una figura clave en la venta ilegal de armas.
La causa se cerró y Lourdes sigue “suicidada”, había dicho la presidenta Cristina Fernández apenas se supo del fallecimiento del titular de la UFI-AMIA. Di Natale fue una testigo clave en la causa por contrabando de armas a Croacia y Ecuador, porque como secretaria de Yoma (cuñado del ex presidente Menem) había tenido acceso a detalles sobre la negociaciones abiertas con esos países en los 90s.
La mujer -que fue esposa del abogado Mariano Cúneo Libarona y había denunciado constantes amenazas-, apareció muerta el 1 de marzo de 2003 en el patio interno de un edificio de Barrio Norte de esta capital y junto a su cuerpo había un cuchillo de cocina. El deceso ocurrió poco después de que Di Natale declarara en la causa por la voladura de la fábrica militar de Río Tercero, explosión que, según la Fiscalía, habría sido intencional para tapar el faltante de armamento enviado a Croacia y Ecuador.
La causa instruida por el juez Ricardo Farías determinó a los cinco meses del hecho que la mujer cayó cuando quiso cortar un cable de televisión de un vecino, pero hubo serias sospechas: sus huellas no estaban en el cuchillo y tenía en el cuerpo un dosaje similar a un coma alcohólico, según las investigaciones.
En 2004, la Sala IV de la Cámara del Crimen revocó el archivo de la causa y ordenó reabrirla tomando más declaraciones y cruzando llamados telefónicos. La jueza Palmaghini, nueva magistrada del caso, ordenó una reconstrucción de los hechos pero la causa se cerró nuevamente y en 2012 la Cámara confirmó la decisión ante “la imposibilidad de ahondar por otros medios sobre la hipótesis delictiva que sostiene la querella”.
La familia Di Natale apeló la medida pero Casación no admitió el planteo. El 29 de setiembre último la Corte Suprema hizo lugar resaltando los argumentos de la Procuración, que pide interrogar a la hija de Di Natale y hace lugar a las sospechas de la querella sobre un homicidio.