En los primeros meses de la presidencia de Milei, su discurso antisistema y sus reformas ultraliberales –como el ajuste fiscal drástico, la eliminación de subsidios y la desregulación de mercados– generaron una percepción de apoyo mayoritario, amplificada por las redes sociales y encuestas iniciales. Esto silenció a críticos, desde sindicatos hasta sectores medios, que temían ser percibidos como minoría.
La derrota en la provincia de Buenos Aires, que representa casi el 40% del electorado nacional, refleja cómo las opiniones disidentes, antes reprimidas, se consolidaron en las urnas, creando una espiral inversa donde el consenso pro-Milei se desvanece.
La reciente derrota electoral del espacio político que lidera Javier Milei en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, donde obtuvo el 34% de los votos, frente al triunfo del peronismo kirchnerista por más de 13 puntos, marca un punto de inflexión en su presidencia. Este revés no solo debilita su base política de cara a las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre, sino que expone profundas grietas en la gobernabilidad de Argentina, un país con un vasto historial de defaults. La teoría de la espiral del silencio de la politóloga y periodista alemana Elisabeth Noelle-Neumann ofrece un marco teórico clave para entender cómo la percepción del clima de opinión y la ruptura del silencio por parte de sectores críticos han erosionado el consenso inicial en torno a Milei, amplificando la oposición y agravando la inestabilidad estructural.
La teoría de Noelle-Neumann postula que los individuos evalúan el clima de opinión mediante un "sentido cuasi estadístico", ajustando su expresión pública para evitar el aislamiento social. En los primeros meses de la presidencia de Milei, su discurso antisistema y sus reformas ultraliberales –como el ajuste fiscal drástico, la eliminación de subsidios y la desregulación de mercados– generaron una percepción de apoyo mayoritario, amplificada por las redes sociales y encuestas iniciales. Esto silenció a críticos, desde sindicatos hasta sectores medios, que temían ser percibidos como minoría. Sin embargo, la recesión económica, el cierre de empresas y comercios, el aumento del desempleo, el incremento de la desigualdad, la pobreza que se observa en las calles, y la caída del consumo, rompió este silencio. La derrota en la provincia de Buenos Aires, que representa casi el 40% del electorado nacional, refleja cómo las opiniones disidentes, antes reprimidas, se consolidaron en las urnas, creando una espiral inversa donde el consenso pro-Milei se desvanece.
La comunicación política, según el sociólogo francés Dominique Wolton, es el espacio donde interactúan políticos, periodistas y la opinión pública (a través de sondeos). En Argentina, ciertos medios tradicionales y alternativos han jugado un rol crucial al articular el descontento social, proporcionando palabras y frases que los votantes han usado para expresar su rechazo a las políticas de Milei. Este fenómeno, descrito en la teoría de Noelle-Neumann, se intensifica en contextos electorales, donde los sondeos –como los que anticiparon el triunfo de un espacio político liderado por el gobernador Axel Kiccillof– legitiman el disenso y debilitan la percepción de dominancia del oficialismo. La derrota de Milei, calificada por él mismo como una "batalla de vida o muerte", evidencia cómo el clima de opinión ha cambiado, permitiendo que sectores antes silenciados vocalicen su descontento.
Es evidente que la crisis económica agrava esta dinámica. La escasez de dólares, exacerbada por la dependencia de exportaciones agrícolas, ha generado una brecha cambiaria que forzó al Banco Central a vender reservas –US$1.100 millones en tres días la semana pasada–. Este escenario alimenta presiones especulativas y fugas de capital. Milei ha evitado una devaluación abrupta pero su intervención en el mercado contradice su retórica de libre mercado. Esta contradicción ha roto el silencio de empresarios y exportadores, quienes, según la espiral del silencio, han comenzado a criticar abiertamente al gobierno, debilitando su imagen de invencible.
En respuesta, el 22 de septiembre de 2025, Milei anunció la eliminación temporal de retenciones a las exportaciones de granos –soja, maíz, trigo– y carnes hasta el 31 de octubre, una medida que busca captar dólares frescos para acumular reservas antes de las elecciones. Esta decisión, vista como una "devaluación encubierta", implica una pérdida fiscal significativa y podría aumentar los precios internos de alimentos, profundizando el malestar social.
El salvataje financiero anunciado por Estados Unidos el 23 de septiembre, tras la reunión entre Milei y Trump en la Asamblea General de la ONU, añade una dimensión geopolítica. La línea de swap de US$20.000 millones y la disposición a comprar bonos soberanos buscan estabilizar el peso y respaldar a Milei en las urnas, alineándose con la agenda anti izquierda de Trump. Sin embargo, este apoyo evoca rescates pasados del FMI y genera críticas por la dependencia externa.
La gobernabilidad de Milei está en jaque. La derrota electoral, su postura contra pilares fundamentales de la sociedad argentina como son la salud pública, el presupuesto universitario, las personas con discapacidad y los jubilados —sumado a rumores de corrupción y concesiones fiscales— han roto el consenso inicial, permitiendo que opiniones minoritarias se amplifiquen. Sin coaliciones amplias en el Congreso, donde carece de mayoría, Milei arriesga una parálisis legislativa post octubre, perpetuando el ciclo de crisis. La teoría de Noelle-Neumann y el modelo de Wolton subrayan que la opinión pública, moldeada por los medios y los sondeos, es un mecanismo dinámico que puede tanto consolidar como derribar liderazgos. En Argentina, la ruptura del silencio marca un quiebre para Milei, cuya presidencia enfrenta ahora el desafío de reconstruir el consenso en un contexto de desequilibrio estructural.
En una de sus brillantes reflexiones, Jorge Luis Borges expresó: "Sentí lo que sentimos cuando alguien muere: la congoja, ya inútil, de que nada nos hubiera costado ser más buenos". Esta cita alude al remordimiento que podría surgir si Argentina no logra revertir la polarización y la crisis económica que han fracturado el consenso social. Ojalá que la ruptura del silencio sirva como un llamado a construir un futuro más justo y equitativo, antes de que la congoja por lo no hecho se torne irreversible. ¿Podrá Milei recuperar el consenso perdido o se consolidará otra alternativa?
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