Desde que comenzó la pandemia, la provincia deja atrás -hasta aquí- su peor semana. Y no hay certidumbre respecto de que a partir de ahora, la cantidad de contagios se vaya a amesetar. Más bien, pareciera ser todo lo contrario. La duplicación en siete días de la ocupación de camas críticas y el empinamiento de la curva encendieron un alerta en términos sanitarios. También creció el número de muertos. Los propios funcionarios comenzaron a hablar, entonces, de la posibilidad concreta de retroceder y volver a la fase 3, que vuelve a imponer el aislamiento y restringe algunas actividades, como la gastronomía. Por ahora, el gobierno prefiere decir que no habrá tal retracción, mientras el sistema de salud tenga capacidad de respuestas. Hoy, el 50% de las camas críticas están ocupadas, pero sólo el 4,6% corresponde a enfermos de Covid. La ministra de Salud, Sonia Martorano, advirtió sobre "brotes explosivos" pero lo hizo con moderación y cautela; aclaró que el aumento de los casos "está dentro de lo esperable", y sostuvo que el sistema de salud "aún no está en tensión, sino con buena respuesta".
En medio de esta coyuntura y atravesados por la virtualidad, los partidos políticos de la provincia transcurren entre el ordenamiento de sus situaciones administrativas y el diseño de estrategias electorales para los comicios de medio término, en 2021. En ese esquema, el Consejo Ejecutivo del Partido Justicialista deliberó -mediante videoconferencia- el viernes con el propósito de prorrogar una vez más los ya vencidos mandatos de las actuales autoridades. Resolvieron fijar un cronograma electoral que contemple elecciones para mediados de diciembre, replicando el calendario que también se estipuló para la renovación de la conducción partidaria a nivel nacional. En la previa de la reunión virtual del peronismo santafesino, el actual presidente de la fuerza, Ricardo Olivera, se encontró con Omar Perotti. El gobernador le habría solicitado/sugerido que continúe como jefe del partido, teniendo como clave del proceso, un esquema de unidad.
Unido también se mostró el radicalismo días pasados. Referentes de todas sus líneas internas confluyeron en una reunión en la que, además, intervino el titular de la UCR nacional, Alfredo Cornejo. Participaron desde los más fervientes defensores del Frente Progresista, hasta los que ya lo abandonaron para integrar Juntos por el Cambio. En ese grupo se inscriben Mario Barletta, José Corral y Julián Galdeano, entre otros.
A pesar de las diferencias que parecían insalvables en determinadas circunstancias, los radicales -bajo la presidencia del ex vicegobernador Carlos Fascendini- lograron redactar y suscribir un único documento. Para que fuera de consenso, se evitó dar por terminado el Frente Progresista, aunque se aceptó que, unidos, los radicales deben ir en busca de una ampliación de las fronteras de ese espacio: sumar actores sociales pero también, políticos. Y es ese camino el que se disponen a transitar; empezar a dialogar con otros partidos que puedan incorporarse a la -para algunos, desgastada- coalición. ¿Es un límite el PRO? Por ahora, eso no quedó escrito. La primera ronda de conversaciones estaba prevista para la semana que pasó con referentes de ese sector; también, con Pablo Javkin y Miguel Lifschitz. Pero como tantos otros hechos, las charlas quedaron postergadas provisoriamente por el avance de la pandemia.