Este presente de la Región Rosario es producto de sus años anteriores. No empezó con el socialismo y sus intendencias, en algunos puntos muy tóxicas. Acaso hubo yerros y aciertos anteriores. Todo da una suma.
La Municipalidad de Rosario no empezó con el socialismo y sus intendencias, acaso hubo yerros y aciertos anteriores.
Este presente de la Región Rosario es producto de sus años anteriores. No empezó con el socialismo y sus intendencias, en algunos puntos muy tóxicas. Acaso hubo yerros y aciertos anteriores. Todo da una suma.
Rosario tiene un pasado peligroso. Recuerdo que González Tuñón (Raúl, su hermano Enrique murió joven) me contaba que en un loco que tocaba un violín de lata, en los años '20 del siglo anterior, al que conoció en la Estación Rosario Norte, encontró / consiguió el título de su primer libro. Al preguntarle qué era eso que tocaba el loco le dijo: "toco El Violín del diablo". Contaba más; el dinero para viajar a la ciudad del pecado, se lo prestó Ricardo Güiraldes. El libro se editó en el 1926.
Un tren del Ferrocarril Mitre llegaba sobre las 23:15 de la noche y otro salía, hacia Buenos Aires, a las 07:10 de la mañana. Era una noche por el barrio prostibulario (Pichincha). Conocí los cristales, las ventanas vidriadas del mítico "Madame Safó". Acompañé a Antonio Carrizo, por citar uno, de los que llegaban sobre las 11 y se iban sobre las siete. Divertidos tiempos del pecado sin pecadores… o al revés.
Un día, una mañana, Luis Cándido Carballo, intendente, con una máquina topadora derrumbó el bar que estaba dentro del predio del Ferrocarril Mitre, en Apeadero Cruce Alberdi, la playa de maniobras más molesta para el tránsito que he conocido. Aún hoy es molesta. El bar era de los hermanos Castaño. Asturianos, con una tradición que no querían evocar: dinamiteros de Asturias, allá en la década del '30. Había que sacarlo y lo sacó. Listo. Carballo fue un intendente muy particular. No entierren más gente en estos cementerios, en pocos años quedarán en el centro de la ciudad; eso dijo. Convenció a la gente del Club Provincial (un club popular con un dueño, "el viejo" Cura) que llevasen el campo de deportes más lejos, al Barrio Cura. Pleno campo. El cementerio hoy está en el centro de la ciudad. El anexo de Provincial en mitad de una populosa barriada. Pellegrini es la Avenida que hoy se conoce por decisión de ese Intendente. Fuera sus árboles. Debe servir para entrar y salir de la ciudad.
No fue el único atrevido. En el discurso de cierre de campaña con más gente acumulada en el predio del Monumento Nacional a la Bandera en toda su historia, Horacio Usandizaga dijo: no importa si perdemos la Provincia o perdemos la Nación yo prometo poner a Rosario de Pie (palabra mas o menos, el slogan era ese: Rosario de Pie) y la mirada de Alfonsín aún hoy la siento cosquilleándole la nuca "al vasco". Es el mismo intendente que sostenía que la salud y la educación eran temas provinciales y no del presupuesto municipal. Ni Salud Pública ni Fondo de Asistencia Educativa (FAE).
Otro día dijo (me lo dijo) "Si gana Menem renuncio"… y renunció. Había sido plebiscitado para la segunda intendencia. Es Usandizaga el que consigue el dinero del Reino de España para el que después sería el Parque España. El que, con mejorado, sube de 3.000 a 6.000 las calles por donde puede pasar una ambulancia. El que cuadricula "Villa Banana". El que dice: tres luminarias por cuadra.
Después viene Héctor Cavallero. Todavía estaba abierta la casa llamada "La casa de la Tía Susana". La prostitución y el rufianismo, como lo investigó Héctor Nicolás Zinny y re escribió, compartiendo la autoría, "el negro" Ielpi no era fácil de matar, ahora no se ha muerto, simplemente se ha disimulado. Otros tiempos. Cavallero trajo otra impronta.
Aquel socialismo, proveniente de las luchas estudiantiles y los claustros, encontró en "El tigre" un personaje más callejero que de cenáculo, más dicharachero que aburrido conferencista. Rosario nunca hubiese aceptado –y no aceptó– al mecenas honroso: Enrique Estévez Boero. Lo premiaban con una diputación. Fue su límite. En cambio Cavallero sabía meterse en el barro de Empalme Graneros. Después llegó Binner. Ya el socialismo comenzaba a ser distinto. Finalmente de un modo claro y notorio muy diferente. Todos los militantes socialistas fueron finalmente empleados.
El arribo en el 2007 a la provincia, con los mismos cuadros (no había socialistas santafesinos ni de muestra) multiplicó la necesidad de partidarios eficaces en la administración y disminuyó el rigor, la vara, el CV. El socialismo, cerebro del grupo llamado Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) subió al palco ganador a Rafael Martínez Raymonda y René Ballestra. Es una definición del perfil. El radicalismo, el territorio y las senadurías. El socialismo, la gobernación. Nunca fueron, son, ni serán peronistas, aunque acompañaron y acompañan las decisiones K.
La contemporaneidad de Binner/ Bonfatti y el libro "Los Monos", escrito por Germán de los Santos con aportes de información de Hernán Lezcano, dos periodistas conocidos, puso al socialismo en contemporaneidad con el crecimiento exponencial y visible del narcotráfico.
Bonfatti perdió. Volvió el peronismo. Pronto llevaremos un año de peronismo y en Región Rosario un motor híbrido a nafta, gasoil kerosene y bio diesel (para dar un ejemplo que se entienda), nos pone en el Siglo XXI con un intendente de 50 años que necesita todos los combustibles.
La semana pasada, en un programa radial que conduzco le pregunté: "como explica que a Usted en el Concejo Municipal lo apoye una izquierda destemplada como Ciudad Futura, una derecha cerrada como la de Rodrigo López Molina, el más que amigo de Corral y Rodríguez Larreta, los chicos sumisos de La Cámpora, los socialistas resentidos por perdedores y los radicales más los sueltos de partido como un cocinero, un cabeceador, un pateador y una empresaria y periodista, y su respuesta fue perfecta: "la única verdad es la realidad…".
Rosario, tuve que concluir, es una ciudad peligrosa donde suele aparecer la realidad y ésta, la realidad Siglo XXI, puede llevarse puestas historias secretas y negocios escondidos. La Peste es este siglo. No hay sábana que lo tape o, como dice Fernando Cabrera: "Un día nos encontraremos en otro Carnaval. Tendremos suerte si aprendemos que no hay ningún rincón, que no hay ningún atracadero que pueda disolver en su escondite lo que fuimos; el tiempo está después…". Es así. En la realidad rosarina asoma otra forma de alianza de gobierno. El pasado es peligroso, ya está dicho, el porvenir también y este es el primer aviso. "Tendremos suerte si aprendemos"…
Es una definición del perfil. El radicalismo, el territorio y las senadurías. El socialismo, la gobernación. Nunca fueron, son, ni serán peronistas, aunque acompañaron y acompañan las decisiones K.
Volvió el peronismo. Pronto llevaremos un año de peronismo y en Región Rosario un motor híbrido a nafta, gasoil kerosene y bio diesel, nos pone en el Siglo XXI con un intendente de 50 años que necesita todos los combustibles.