Luis Rodrigo
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Se jugaba el Mundial, en el Medio Oriente era verano y durante el día la temperatura llegaba a 53 grados. Pero las autoridades políticas y buena parte de la corte kuwaití estaban en su país. En junio de 2010, Santa Fe se adelantó a la visita que ahora realiza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para buscar fuentes de financiación.
La comitiva santafesina estuvo encabezada por el gobernador Hermes Binner y contó con una presencia especial, la del senador provincial Ricardo Spinozzi, el titular del PJ santafesino y -por entonces- también de la mayoritaria bancada opositora en el Senado. Como se verá, su presencia -como la de miembros de la comunidad árabe de Rosario- fue una suerte de carta de presentación.
Binner fue a Kuwait con una valija chica, que no necesitaba ir al buche de los aviones, y con un grupo también chico de colaboradores: entre ellos los ministros de Economía y de la Producción, Ángel Sciara y Juan José Bertero.
El viaje contó con el auspicio logístico (y sobre todo económico) del Consejo Federal de Inversiones, un organismo federal cuyo objetivo fundacional es promover el desarrollo armónico e integral de las provincias que lo sustentan. Binner -y la comitiva que lo acompañó- gozó del trato que Kuwait dispensa a los jefes de Estado, como ahora lo ha hecho con la presidenta Cristina Kirchner.
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