La CGT renueva su conducción y discutirá la reforma laboral con el Gobierno

La Confederación General del Trabajo (CGT) celebra este miércoles por la mañana un congreso nacional ordinario en el club Obras Sanitarias para designar la nueva conducción que representará a la central ante el Gobierno en la negociación por una posible flexibilización laboral. La alianza interna no logró producir una candidatura única y todo indica que volverá a imponerse la fórmula de un triunvirato, ante la falta de consenso sobre un unicato.

Horas antes del congreso estallaron tensiones internas cuando un sector cercano a Luis Barrionuevo intentó prorrogar seis meses el mandato del actual triunvirato integrado por Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Argüello; la iniciativa perdió apoyos y no prosperó. En paralelo, se sucedieron negociaciones para cerrar nombres: Cristian Jerónimo y Jorge Sola contaban con respaldo, mientras la tercera silla provocó disputa entre quienes proponían una mujer y quienes impulsaban la continuidad de Argüello.

La acreditación de los congresales debía comenzar desde las 9 en el club Obras Sanitarias, un trámite que la cúpula se propuso agilizar para resolver la conformación del nuevo liderazgo. La central prioriza cerrar filas frente al Gobierno libertario que impulsa cambios laborales, aunque las diferencias sobre si privilegiar el diálogo o adoptar una postura de confrontación mantienen viva la amenaza de fractura.

Tensiones previas y nombres en disputa

La jornada previa mostró fracturas visibles. Un sector vinculado a Barrionuevo expresó su enojo por la postulación de Jerónimo y algunos aliados, entre ellos dirigentes de la UTA y La Fraternidad, se ausentaron de una reunión en la UOCRA en un gesto que buscó marcar la disidencia. Barrionuevo llegó a amenazar con presentar una lista propia, aunque carece del apoyo suficiente en el Consejo Directivo de 32 secretarías.

Gerardo Martínez intentó mediar entre las facciones y el respaldo de Armando Cavalieri resultó clave dado que Cavalieri aporta la mayor cantidad de congresales, 281 según fuentes internas. En la reunión en la UOCRA participaron, además de Martínez y Cavalieri, Jerónimo, Sola, Daer, Hugo Moyano, José Luis Lingeri, Juan Pablo Brey y Guillermo Moser; allí se acordó, en principio, un triunviro con Jerónimo, Sola y Argüello.

La disputa por la tercera silla enfrentó la posibilidad de incorporar a una mujer —se mencionaron a Maia Volcovinsky o Marina Jaureguiberri— contra la presión de Hugo Moyano para mantener a Octavio Argüello por la necesidad de conservar la presencia de un gremio del transporte con peso en la cúpula. Esas diferencias definieron una negociación a brazo partido durante las horas previas al congreso.

Perfiles, respaldos y facciones internas

Jorge Sola, actual secretario de Comunicación de la CGT, contó con el impulso de Héctor Daer y del sector conocido como los “gordos”. Cristian Jerónimo, de 49 años, reunió apoyos entre los llamados independientes y recibió valoración en ámbitos cercanos al oficialismo por su perfil de renovación. Octavio Argüello conservó ventaja por su vínculo con el moyanismo y el transporte.

El equilibrio interno incluyó propuestas para cargos complementarios: se barajaron nombres como Abel Furlán para la secretaría gremial y la posibilidad de ubicar a alguien de SMATA en Industria. Gerardo Martínez quedaría al frente de Relaciones Internacionales y Andrés Rodríguez surgió como candidato a secretario adjunto, según fuentes consultadas que rastrearon las conversaciones de mesa.

Varios sindicatos con mayor cantidad de afiliados mantienen la capacidad de imponer autoridades en el Congreso de Congresales. Por eso los sectores que apuestan al diálogo —Uocra, UPCN, Obras Sanitarias y los grandes gremios de servicios— buscaron consensos que eviten una votación abierta que eleve la tensión y abra la puerta a rupturas.