Legisladores de la oposición advirtieron que la reforma introducida en la Carta Orgánica del Banco Central tiene por objetivo pagar deuda, mientras que el oficialismo destacó el valor procíclico de la reforma y el sostenimiento del modelo.
El jefe del bloque del Frente para la Victoria, el santafesino Agustín Rossi, había indicado que la modificación del artículo 20 era “procíclica” para utilizar en situaciones de crisis y asegurado que la ley impulsada por el Gobierno “es claramente antiinflacionaria”.
Claudio Lozano, autor del dictamen de minoría que firmó el Frente Amplio Progresista (FAP), sostuvo que “para ser consistente esta propuesta necesita otro tipo de regulaciones en el manejo de la cuenta de capitales. Necesitaríamos al Banco Central puesto en el centro del balance de divisas y un conjunto de cuestiones que hoy no estamos discutiendo”, dijo Lozano.
El legislador señaló que “nosotros creemos que en términos estructurales no hay marco para esto que se esta planteando de recuperar la moneda e insistió en la necesidad de establecer en la CO parámetros óptimos para fijar el nivel mínimo de reservas.
Eduardo Amadeo (Frente Peronista), puso de relieve que uno de los principales problemas que afronta la Argentina es “el cortoplacismo y la falta de crédito”, mientras que sobre el proyecto del PEN precisó que “aumenta la posibilidad de inestabilidad del país”.
En tanto, por el PRO, Federico Pinedo defendió un dictamen propio destinado a “lograr dos objetivos: defender el salario y las jubilaciones de los argentinos y el ahorro a través de la finalidad primaria de preservar el valor de la moneda y del poder adquisitivo manteniendo las reservas necesarias para dar tranquilidad, para dar seguridad y para dar confianza al sistema financiero en general”, acotó.
Además, Pinedo apuntó que la reforma propuesta por el oficialismo va en contra del pensamiento económico de Néstor Kirchner, quien señaló “tenía dos normas”, una de las cuales era “no gastar más de lo que se tiene y no generar desconfianza al sistema productivo y financiero de la Argentina”.
Por su lado, el diputado de Unión Peronista, Felipe Solá, rechazó parcialmente la reforma, en el punto introducido en Comisión que permite incrementar el nivel de asistencia al Tesoro. “No nos gustan que nos mientan. Esto desvirtúa bastante el espíritu de la reforma. El patrimonio del Banco Central se deteriora en la medida que tiene mas papeles. En este momento tiene 29 por ciento de papeles del Tesoro y un 16 de bonos”, señaló el peronista disidente.
Por su parte, Fernando Solanas, de Proyecto Sur, consideró que el Congreso está ante un debate muy exiguo. “Estamos viviendo una Argentina que todavía prioriza el pago de una deuda, que este Congreso burló al delegar su responsabilidad en una oscura oficina del Ministerio de Economía. Es un proyecto que no se anima a bajar la ley financiera de Martínez de Hoz”, dijo el diputado.
La diputada de Unión Por Todos, Patricia Bullrich, se refirió a declaraciones del ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, quien recordó que los artículos que se pretenden reformar en la Carta Orgánica no son herencia del período de Domingo Cavallo, sino que fueron realizados por el ex presidente Néstor Kirchner. “Se está planteando la derogación por parte de Cristina del decreto de Necesidad y Urgencia de Néstor”, señaló Bullrich quien a partir la norma “el Congreso deja de existir en el control del Banco Central”.
El diputado Ricardo Alfonsín (UCR) destacó que “todos los discursos coinciden en la necesidad de reformar la Carta Orgánica del BCRA”, pero recordó que las actuales leyes que guían al sistema financiero y al Banco Central fueron aprobadas por el Partido Justicialista, por lo que le reclamó al oficialismo “un poco más de humildad y háganse cargo de sus errores”. (DyN)




