En la vida cotidiana de las personas existen conocidas diferencias y desigualdades en tareas, responsabilidades y acceso a lugares. En el marco del 8M, el Espacio Encuentro republicó un estudio sobre la influencia del género en la movilidad de las personas de entre 20 y 70 años de nuestra ciudad.
Las mujeres son quienes realizan la mayoría de los viajes asociados a tareas de cuidado. Foto: Agencia
Conocidos son ya los distintos roles que a lo largo de la historia han ocupado los hombres y las mujeres en las asignaciones de tareas familiares, productivas y sociales. En este sentido, a través del informe “Movilidad y género en la vida cotidiana: análisis del contexto urbano santafesino”, el Espacio Encuentro se centró específicamente en estudiar si efectivamente las diferencias de roles y responsabilidades afecta en la movilidad de las mujeres. ¿Hacen los mismos recorridos en la ciudad los hombres y las mujeres? ¿Se mueven por los mismos motivos? ¿Quiénes llevan adelante las tareas productivas y cómo afecta esto en el transporte?
Créditos: Manuel Fabatia
“La movilidad se ve influenciada por el género debido a la diferencia estructural que asigna roles, tareas y espacios a hombres y mujeres. Las ciudades, pensadas desde una lógica que prioriza la esfera productiva, tradicionalmente asociada a los hombres, suelen favorecer los recorridos lineales o pendulares desde las áreas residenciales hacia las zonas productivas y administrativas. Esto se traduce, por un lado, en un mayor uso del automóvil debido a las largas distancias a recorrer, y por el otro, en extensos trayectos en transporte público que suelen ser lineales y presentan mayores frecuencias durante los horarios picos laborales, con una notable disminución de servicios en horarios de menor demanda”, detalla el informe presentado en el Anuario 2024 Data Encuentro.
Análisis del contexto urbano santafesino
Según el estudio realizado y caracterizando los viajes entre tareas productivas y reproductivas, las mujeres son quienes realizan la mayoría de los viajes asociados a tareas de cuidado, con el 59,2%, mientras que los varones lo hacen en el 40,8% de los casos. En contraste, en los viajes por motivos laborales, los varones son los que más viajes realizan, con un 56,8% en comparación con el 43,2% realizado por las mujeres.
Estas cifras no solo destacan la tradicional asignación de roles de género, donde las mujeres asumen la mayor parte de las responsabilidades de cuidado, sino que también evidencian una desigualdad en la distribución de las cargas laborales y domésticas.
Foto: Archivo El Litoral
En contraste a la movilidad lineal y pendular de los hombres entre el hogar y el trabajo, la movilidad de las mujeres tiende a ser más poligonal y fragmentaria, caracterizándose por múltiples paradas que conectan los diferentes desplazamientos que realizan en su vida cotidiana. Esta diferenciación entre los desplazamientos asociados a tareas productivas y reproductivas según género pueden observarse en los gráficos del mencionado informe.
Desplazamientos más cortos y hogares cerca de sus lugares de trabajo
Carme Miralles Guasch es catedrática de Geografía Urbana en la Universidad Autónoma de Barcelona, y especialista en el ámbito de la movilidad y la planificación territorial. Ella identifica tres características de la movilidad urbana femenina: las mujeres suelen vivir más cerca de su lugar de trabajo, lo que resulta en desplazamientos más cortos en tiempo y distancia, y utilizan transportes más lentos y de acceso público, como el colectivo, el subte, la bicicleta o la caminata. En contraste, los hombres tienden a utilizar mayoritariamente el vehículo privado. Esto implica que las mujeres se desplazan principalmente dentro de la escala barrial y usan medios de transporte más sustentables y diversos, situación que se ve reforzada por un menor acceso a la licencia de conducir por parte de la población femenina.
Foto: Archivo
“Estudios en Cataluña, España, Europa y América Latina muestran que la movilidad cotidiana de las mujeres es más compleja, sostenible y diversa. La geógrafa feminista Susan Hanson sugiere que, para desarrollar modelos de movilidad sostenible, se deberían considerar los patrones de movilidad de las mujeres. Debido a la diversidad de tareas y responsabilidades de cuidado que asumen, las mujeres realizan desplazamientos poligonales, enlazando actividades, principalmente a pie o en transporte público”, explica que se encuentra completo en el Anuario 2024.
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