El gobernador Miguel Lifschitz se mostró visiblemente molesto por la jugada de Juan Schiaretti de intentar sumar a Alternativa Federal a dirigentes como Daniel Scioli y el animador Marcelo Tinelli. La movida hizo crujir el armado de un supuesto espacio progresista común para las elecciones presidenciales que encabezaría Roberto Lavagna, y al que -esperaban- se sumaran los peronistas del grupo que lidera el mandatario cordobés. Ante la sorpresiva actitud de Schiaretti, Lavagna decidió no asistir a la cumbre de Alternativa Federal este miércoles en Buenos Aires; lo representó Miguel Lifschitz quien, este jueves, en declaraciones a la prensa, dijo que el espacio político que intentan construir “no puede ser un rejunte”.
- ¿Cuál es la situación de Alternativa Federal después de que Roberto Lavagna dijera que ese capítulo estaba cerrado? -se le preguntó al gobernador.
- Lavagna quiso ser muy enfático en el sentido de que queremos acuerdos con distintos sectores y dirigentes políticos pero no un rejunte; un acuerdo sobre la base de determinados principios políticos, determinados programas y acuerdos respecto de las cuestiones prioritarias para la realidad de la Argentina, y también sobre la base de un criterio general para la integración de ese armado electoral. No un rejunte; no sumar por sumar, sino sumar para construir un proyecto alternativo en la Argentina que no solamente tenga competitividad electoral, que sería el principal objetivo; sino que además, pensando en el gobierno, tenga capacidad, consistencia, solidez y coherencia como para no volver a producir un nuevo fracaso y frustración a los argentinos. Se trata de una alternativa para conducir el país, en una etapa que va a ser muy difícil como los próximos cuatro años.
- ¿Este tercer espacio que venían pensando es compatible con figuras como Scioli o Tinelli? -consultó El Litoral-
- Por eso, esto fue lo que generó ese contrapunto; primero, porque nunca estuvo en ninguna conversación, y segundo, porque tampoco es apropiado que cada uno se ponga a tirar propuestas por la libre, justamente, cuando lo que queremos es un proyecto de consensos y acuerdos entre nosotros. Así que espero que todo esto se pueda ordenar y encaminar. No es fácil porque son dirigentes con distintas historias, con distintos posicionamientos. Pero estamos haciendo el esfuerzo. Hay que seguir conversando. Este espacio no debe ser un rejunte electoral; esto no es una convocatoria para que se suban todos al carro.
- ¿Schiaretti habló demasiado de ajuste, como dijo Lavagna, y nada de producción? -se le preguntó.
- Lavagna se refería a la propuesta de diez puntos que ha hecho el gobierno y que el gobernador Schiaretti en algunas declaraciones parecía estar avalando; si bien no lo decía de manera explícita, parecía que avalaba esa lista de diez puntos. Y claramente, el Dr. Lavagna y nosotros como espacio político, hicimos llegar una contrapropuesta que invierte los temas y las prioridades; que pone en el primer lugar de la agenda el tema del crecimiento, de la inclusión social, de la lucha contra la pobreza. Porque hay que dar repuestas al mercado y al FMI, pero la primera respuesta que el estado tiene que dar hoy en la Argentina es a los trabajadores, a los comerciantes, a la clase media... Decirles cómo vamos a salir de la crisis.
- ¿Cuál es su expectativa, ahora?
- Estamos trabajando para que se pueda construir una alternativa superadora de la grieta, que claramente se diferencie de Cambiemos pero también, del proyecto del kirchnerismo que ahora representan los dos Fernández (Por Alberto y Cristina). Esto tiene que quedar claro porque si no, hay dobles discursos que terminan confundiendo a la ciudadanía. El escenario electoral 2019 va a tener por un lado, el proyecto de Cambiemos con la candidatura seguramente de Mauricio Macri; y el del proyecto K con la postulación de Alberto Fernández. Si hay tercer proyecto, debe ser claramente diferente de esos dos.
- ¿Se ve en un cargo político en ese armado nacional?
- Creo que lo más importante aquí es poder lograr el objetivo que es construir o consolidar esa propuesta. Los nombres son secundarios porque si cada uno quiere poner su nombre en primer lugar, es difícil poder avanzar. Se necesita generosidad de toda la clase política; pensar más en el país que en los nombres propios.
- Después de lo de que pasó ¿se alejó la posibilidad de esa construcción común? -indagó El Litoral-
- Digamos que se pusieron límites; se marcó con mayor claridad el perfil de lo que queremos. Esto quizá sirva para que podamos seguir dialogando pero en un marco de consensos y coincidencias más firmes y claras. Sirve para avanzar en la medida que haya voluntad de las partes y generosidad de los dirigentes.
- ¿Podría sumarse la UCR a este espacio? -insistió este diario-
- De hecho ya hay conversaciones con dirigentes que clara y públicamente han expresado su apoyo como Ricardo Alfonsín o Federico Storani, o muchos de aquí que también son convencionales. Pero tenemos la expectativa de ver qué pasa en la Convención (del lunes) y cómo se plantea la discusión entre quienes adhieren ciegamente al proyecto de Cambiemos, como José Corral; y otros dirigentes que plantean críticas y cuestioamientos como el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo.