El gobierno nacional relacionó hoy los saqueos a supermercados en Bariloche y el apagón en Neuquén con los hechos ocurridos en diciembre del 2001 y advirtió que "estamos más atentos que nunca para estar previendo cualquier tipo de situación de esta naturaleza".
Así lo afirmó el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, al confirmar en una exposición el envío de "fuerzas federales" a Bariloche para "colaborar en el cuidado de la ciudad, dado que todas las tareas que tienen que ver con la contención de la protesta son obviamente responsabilidad constitucional del gobierno provincial".
"Estos hechos de pequeños grupos marginales tremendamente violentos, destruyendo supermercados, robando electrodomésticos, junto con los hechos en Neuquén, una provincia que quedó casi a la mitad sin electricidad, nos hablan de cuestiones muy particulares que no casualmente ocurren en una fecha como esta, 19 y 20 de diciembre", señaló, en obvia alusión a los disturbios que determinaron la renuncia de Fernando De la Rúa.
Por esa razón, advirtió que en el gobierno "estamos más atentos que nunca para estar previendo cualquier tipo de situación de esta naturaleza". "Creemos que este gobierno y el conjunto del pueblo condena de forma enérgica y profunda cualquier tipo de manifestación violenta que venga a frenar este proceso de paz social que tenemos los argentinos", aseguró.
El funcionario explicó que el gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, pidió esta mañana formalmente a través de una carta a la presidenta Cristina Fernández "la intervención de las Fuerzas Federales y la inmediata constitución del Comité de Crisis previsto en la misma normativa".
El pedido fue cursado, dijo, para hacer frente a los "violentos saqueos" y a que "la Fuerza de Seguridad provincial se encuentra claramente superada por los manifestantes". Abal Medina había recibido al mediodía en la Casa de Gobierno al intendente barilochense, Omer Goye, quien, aunque se encontraba en Buenos Aires por temas de gestión, reforzó el pedido de ayuda que el gobernador había formalizado más temprano en su carta a Cristina Fernández.
La jefa del Estado, que por la mañana había seguido desde la residencia de Olivos los incidentes en Bariloche, partió poco después de las 13 hacia Río Gallegos.
A poco de arribar el avión al aeropuerto local, habría recibido una llamada del jefe de Gabinete, quien según versiones le dio cuenta de la gravedad de lo ocurrido y allí dispuso entonces enviar a la Gendarmería.
Desde Río Gallegos, la mandataria se trasladó en el mismo Tango 01 hacia El Calafate, donde pasará la Navidad y retomaría su actividad oficial el miércoles próximo. (DyN)




