Detenga la marcha del vehículo en un lugar seguro, alejado de la zona de niebla, hasta que se presenten condiciones más favorables para la circulación.
Mejore la visualización de su automóvil para que otros conductores lo vean.
Antes de ingresar a un banco de niebla chequee que se encuentren encendidas las luces de posición y las luces bajas (que son de uso obligatorio en nuestro país).
Si su automóvil posee luces anti-niebla delanteras y traseras haga uso de las mismas.
No utilice las luces altas, puesto que éstas pueden provocar deslumbramiento y un acortamiento del campo visual.
Disminuya la velocidad del vehículo antes de ingresar a un banco de niebla para darle la posibilidad al conductor que transita por detrás suyo de reducir su velocidad cuando posee buena visibilidad, ya que en muchos casos reacciones bruscas al adentrarse en estos bancos son generadoras de choques en cadena.
Ya transitando en zonas donde existe niebla circule siempre ceñido sobre la derecha de la cinta asfáltica teniendo en cuenta que no se debe estacionar sobre la banquina (salvo razones de fuerza mayor que obliguen a detener la marcha). De tener que hacerlo corresponde hacerlo en zonas seguras donde la detención no implique un riesgo mayor para usted y para los demás. Es muy peligroso estacionarse sobre la banquina ya que la misma suele utilizarse de vía de escape en caso de colisiones en cadena.
Cuando tenga que circular detrás de un automóvil es conveniente guiarse por sus luces traseras permaneciendo lo más alejado posible sin perder el contacto visual (siempre y cuando se mantenga una velocidad adecuada para la circulación dentro de los bancos de niebla).
Mantenga el parabrisas limpio permanentemente.
Evalúe el riesgo que asume al tratar de sobrepasar a otros vehículos que circulen en su mismo sentido.
Esté expectante de las situaciones que se puedan generar delante de su vehículo, circulando con las ventanillas abiertas a fin de poder escuchar los sonidos provocados por otros automóviles (frenadas, impactos, etc.).




