Luis Rodrigo
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Años de inacción, expedientes perdidos y perjuicios millonarios para el Estado condimentan una historia que comienza en los ’90, que aún no ha finalizado y que recién se conoce ahora, tras el cálculo oficial sobre cuánto costó a los santafesinos privatizar el Banco Provincial.
Acaso porque se perdieron mil millones de dólares (810 millones en billetes verdes si el rojo no se actualiza), hasta aquí la historia del ex hotel El Valle en las sierras cordobesas ha quedado en un cono de sombras.
Durante 16 años, 35 inmuebles -supuestos activos para el sector público de las cuentas hechas en los ’90- estuvieron a la espera de que avanzaran las causas para que la provincia se hiciera plenamente de su dominio. Pero no fue así.
Las escrituras estaban puestas en calidad de garantías, a cambio de créditos que no se pagaron y que cuando fueron a remate (por la ausencia de mejores ofertas) el Banco readquirió para proteger el capital prestado.
La mayoría de esas propiedades tienen un escaso valor inmobiliario, prueba de la generosidad con que el Provincial otorgaba préstamos y tiraba por la borda -desde mediados de los ’80 al ’90- su historia centenaria.
En total, los inmuebles fueron tasados en 3,4 millones de pesos; pero hay un bien que mereció mucha más atención, porque constituye más de la quinta parte del total a cobrar. Es el hotelito de Villa Carlos Paz, que en 2009 fue valuado en más de 0,7 millones de pesos.
En Internet
Bajo la denominación “una estrella” hay registros en Internet del funcionamiento del hotel ubicado en la céntrica calle 9 de Julio al 1013, una arteria que es la continuación de las conocidas avenidas Cárcano y General Paz, cerca del lago San Roque.
Por los menos hasta 2001 “El Valle” ofreció sus habitaciones sin que la provincia de Santa Fe -que tenía el inmueble construido sobre dos lotes, en concepto de garantía del préstamo- le creara ningún problema.
Cuando la Comisión Fiscalizadora del Ministerio de Economía -creada para ver los números de esa privatización- visitó el lugar, ya sólo quedaba el letrero del viejo hotel. Y la edificación estaba habitada por una familia: quien atendió al escribano Recalde se identificó como Carlos Alberto Canteros “el dueño de la propiedad”.
Canteros dijo ser primo de su tocayo (el dos veces gobernador, hoy senador nacional) Reutemann, según consta en el acta, que se leyó en la reunión en Diputados. El sitio partidario legisladoresps.com.ar -que refleja la opinión de los legisladores del Partido Socialista- pone el acento en ese dato. Hasta donde pudo averiguar El Litoral (fuentes escritas y orales) no existe -ni ha existido- tal relación.
Expedientes perdidos
“Ya hemos perdido 5 inmuebles que no fueron liquidados oportunamente. Es un perjuicio para el patrimonio provincial”, resumió el secretario de Hacienda, Carlos Fernández, ante los legisladores del oficialismo que escucharon su informe oral, apoyado en un powerpoint, sobre el costo de privatizar el banco.
“Es muy difícil remontar 16 años de causas judiciales que no han sido debidamente instadas”, dijo también en la Presidencia de la Cámara de Diputados Lucrecia Mantello, que integra la comisión mencionada.
“La mayoría de los juicios datan de 15 ó 16 años y nunca se ha finalizado este proceso de traspaso de esos bienes a propiedad del Banco: no están en propiedad registral del Banco, figuran en los balances de la entidad, pero están en juicios que no han terminado”, explicó la abogada.
No sólo se han perdido 5 inmuebles: hay otros con los que pronto puede pasar lo mismo. Según confirmó a El Litoral una fuente oficial, se han extraviado los expedientes probatorios de por lo menos otros tres predios, ubicados en el interior de la provincia.
Autocompra
En el caso del inmueble de Carlos Paz, el juicio hipotecario fue iniciado por el Estado -como correspondía- en 1994. Y producto de esa acción hubo una subasta en octubre de 1995.
Debido a la falta de oferentes “fue adquirido por el Banco por la suma de 85 mil pesos”, relató la funcionaria. Y explicó que en ese momento “se consignó solamente la comisión del martillero y un porcentaje (de impuestos) que hay que abonar. Pero nunca se finalizó ese proceso: nunca se lo completó al juicio”, lamentó.
Hoy la propiedad serrana “figura en el balance del Banco, pero nunca se llegó a la etapa final para recuperar el crédito o asegurarse la posesión del inmueble”, sorprendió Mantello.
Confirmó que Santa Fe pudo asegurar su posesión si la Sapem (el banco residual y estatal) hubiera seguido con la debida atención los pasos del juicio.




