Desde su experiencia profesional, ¿cuáles son los objetivos centrales que busca alcanzar el Gobierno con esta reforma laboral y qué aspectos considera más innovadores?

La abogada laboralista Carina Lattanzzi analiza, desde su experiencia profesional, los objetivos centrales del proyecto de reforma laboral, el desafío de incorporar a los trabajadores informales —especialmente jóvenes— y los cambios que buscan adaptar las normas a las nuevas formas de trabajo y a las pymes.

Desde su experiencia profesional, ¿cuáles son los objetivos centrales que busca alcanzar el Gobierno con esta reforma laboral y qué aspectos considera más innovadores?
Claramente el objetivo del Gobierno es la incorporación de trabajadores informales al trabajo registrado. En 2025, los trabajadores no registrados alcanzaron los 9 millones de personas, con mayor incidencia en los trabajadores jóvenes. Por lo mismo, tanto la reforma laboral como los incentivos impositivos y previsionales a la contratación laboral buscan favorecer la incorporación de trabajadores y especialmente trabajadores jóvenes al sistema formal.
Por otro lado, la reforma laboral busca modernizar las normas para adaptarse a las nuevas generaciones, a las nuevas formas de trabajo y favorecer a las pymes, que en la Argentina son las grandes dadoras de empleo, ya que generan aproximadamente el 50% de los puestos de trabajo registrados. Sin embargo, son también las grandes olvidadas, ya que deben afrontar la misma carga laboral que las grandes empresas, pero sin acceso al financiamiento, ni a los beneficios fiscales o a mejores aranceles para exportaciones o importaciones.
La modernización busca también contener a las nuevas generaciones, que valoran otros beneficios dentro de la relación laboral, como los beneficios extras al salario en dinero —por ejemplo, vales de comida, gimnasios o servicio de internet— y una mayor libertad de disposición, como el fraccionamiento de la licencia anual.
¿Qué desafíos y oportunidades observa para la implementación de estos cambios en caso de que el Congreso apruebe la reforma?
El debate de la reforma laboral en el Congreso enfrenta un desafío central: trascender la polarización política para habilitar un diálogo serio, amplio y constructivo entre los distintos actores involucrados. La necesidad de modernizar las relaciones laborales exige respuestas normativas acordes a los profundos cambios productivos, tecnológicos y culturales que atraviesa el mundo del trabajo, así como a la aparición de nuevas modalidades de prestación de servicios que hoy no encuentran adecuada cobertura en los esquemas tradicionales. En este contexto, la reforma se presenta como una oportunidad para promover la inclusión de trabajadores en el sistema formal, reducir la informalidad y dotar de mayor previsibilidad y seguridad jurídica a las relaciones laborales. Ello implica, necesariamente, revisar y abandonar paradigmas anclados en realidades superadas, a fin de dar respuesta a las expectativas y demandas de las nuevas generaciones de trabajadores, preservando los derechos fundamentales adquiridos, pero al mismo tiempo fortaleciendo la libertad, la autonomía y la capacidad de autodeterminación de las personas en la organización de su vida laboral.
Resultará determinante la forma en que la ley, una vez sancionada, sea interpretada y aplicada por los tribunales laborales de todo el país. Una aplicación coherente, uniforme y respetuosa del espíritu de la reforma será clave para garantizar su efectiva vigencia y cumplimiento, evitando lecturas restrictivas o distorsionadas que frustren los objetivos de modernización, previsibilidad y seguridad jurídica perseguidos por el legislador. En este sentido, el rol del Poder Judicial se presenta como un factor decisivo para consolidar un nuevo marco de relaciones laborales estable, claro y confiable.

La organización del tiempo de descanso es uno de los puntos donde el proyecto de reforma laboral introduce cambios que buscan aggiornar normas históricas.
¿Qué oportunidades abre esta flexibilidad para empleadores y trabajadores?
Como te mencionaba todos los trabajadores, pero especialmente los jóvenes, valoran la posibilidad de disponer de sus tiempos libres, y el sistema de la Ley de Contrato de Trabajo resulta muy rígido, toda vez que el artículo 154 establece una época de otorgamiento estricta, desde el 1 de octubre hasta el 30 de abril del año siguiente, sin posibilidades de fraccionamiento.
En la práctica, empresas y trabajadores vienen acordando sistemas de fraccionamiento, aun cuando ello implique apartarse de lo previsto por la ley. En este aspecto, la norma no haría más que reconocer una modalidad ya instalada. La posibilidad de fraccionar la licencia permite al trabajador disfrutar distintos momentos de descanso a lo largo del año y, al empleador, optimizar recursos.
En el derecho laboral, la palabra “flexibilización” se ha interpretado en sentido negativo, asociado a la pérdida de los derechos de los trabajadores. Sin embargo, la realidad indica que los trabajadores están reclamando una relación laboral que se adapte a sus necesidades, y que abandone las disposiciones rígidas de ciertas normas laborales que fueron pensadas hace más de 50 años.
La necesidad de modernizar las relaciones laborales exige respuestas normativas acordes a los profundos cambios productivos, tecnológicos y culturales que atraviesa el mundo del trabajo, así como a la aparición de nuevas modalidades de prestación de servicios que hoy no encuentran adecuada cobertura en los esquemas tradicionales.
La digitalización atraviesa hoy todos los ámbitos del mundo del trabajo y plantea nuevos desafíos regulatorios. La incorporación de tecnologías en la registración laboral, la liquidación de haberes y la gestión administrativa aparece como uno de los ejes más relevantes del proyecto de reforma laboral.
En este contexto, ¿Qué mejoras prácticas introduce la digitalización en la registración laboral y los recibos de haberes?
La incorporación de herramientas tecnológicas representa un avance significativo hacia la modernización del sistema de empleo, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, al disminuir costos y complejidad en los procesos de registración laboral.
La regulación de los recibos de haberes digitales viene a subsanar la incertidumbre que durante años afectó tanto a trabajadores como a empleadores. La ausencia de lineamientos claros generó criterios dispares y, en muchos casos, derivó en sanciones a empresas que, actuando de buena fe, habían adoptado sistemas digitales. La reforma aporta seguridad jurídica, uniformidad y previsibilidad.

La digitalización de los recibos y de la registración laboral simplifica el cumplimiento de las obligaciones formales, reduce costos administrativos, disminuye errores derivados de procesos manuales y garantiza mayor trazabilidad y transparencia.