La UCR pide que la provincia postergue acreencias con los municipios y las comunas
Por la baja en la recaudación de impuestos de la provincia, el flujo habitual de la coparticipación de la Casa Gris a los gobiernos locales se evapora. Y el impacto es mayor entre los que ya pidieron adelantos y ahora sufren descuentos.
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19:30
El bloque de senadores de la UCR solicitó al Poder Ejecutivo Provincial que “se suspenda por el término de tres meses la aplicación de retenciones sobre la coparticipación de impuestos a los municipios y comunas”, por distintos conceptos, para poder afrontar la crisis económica causada por la pandemia del Covid-19.
Michlig dijo que “la medida que estamos planteando significa $ 550 millones por mes, en tres meses $ 1.650 millones que los percibiría la luego la Provincia, prorrateados en el 2do semestre”. Y valoró: “no representa una cifra desmedida para el Estado provincial y sería un gran alivio para muchas localidades”.
La iniciativa propiciada por los senadores Felipe Michlig (San Cristóbal), Lisandro Enrico (General López), Rodrigo Borla (San Justo), Orfilio Marcón (General Obligado) y Germán Giacomino (Constitución) busca que por 90 días la Casa Gris no se cobre de la coparticipación a las administraciones de pueblos y ciudades los siguientes ítems: amortización, devolución o reembolso de adelantos o anticipos de coparticipación; amortización de planes de pago del Programa Equipar Santa Fe (Ley 13.566), operatoria Promudi en pesos, operatorias de construcción de viviendas y demás programas especiales.
Del mismo modo, se requiere que la Casa Gris no descuente de la coparticipación a municipalidades y comunas los aportes y las contribuciones previsionales y de obra social, pero “instrumentando desde el Tesoro Provincial el financiamiento transitorio adicional a dichas instituciones de seguridad social que resulte necesario en razón de la aplicación de la suspensión solicitada”, subraya el proyecto con la finalidad de no perjudicar a esos organismos.
La dimensión económica
El presidente de la bancada radical, Felipe Michlig, explicó que “desde hace meses la evolución de la pandemia monopoliza nuestra atención, especialmente en su aspecto esencial y más cruel, el sanitario. Sin embargo, hace más de un mes hemos expandido tal atención a la dimensión económica del impacto con derivaciones múltiples, entre ellos, la puesta en crisis de las finanzas públicas”.
“La caída de la actividad económica impacta en los recursos fiscales por distintos flancos: reducción de las bases imponibles de los tributos, disminución del ingreso disponible de los agentes económicos y alteración negativa de las expectativas. Por ello, no llamaría la atención que la variación de los recursos fiscales observe el mismo signo de la variación de la actividad económica pero con una intensidad mayor”.
Los más perjudicados
En los fundamentos se indica que en el sistema fiscal federal de tres niveles (nacional, provincial y municipal) “no es uniforme el perjuicio” por la baja de la recaudación.
Como los contribuyentes perciben un menor riesgo por el incumplimiento ante las administraciones comunales y municipales, que además tienen escasos regímenes de retención y percepción, “serán los fiscos municipales quienes habrán de sentir sobre sus recursos un mayor impacto relativo de la pandemia”.
Y el impacto sobre las finanzas locales no se circunscribe a la pérdida de recursos: los municipios ven afectados sus propias funciones de producción de bienes y servicios (las disposiciones que regulan el aislamiento obligatorio solo dispensan a los funcionarios de conducción superior y a los agentes afectados a servicios críticos) y, a diferencia del resto de las organizaciones privadas o no estatales, los municipios no tienen la posibilidad de ajustar el nivel de sus prestaciones con amplio margen de libertad. Por el contrario, la necesidad y demanda por su “presencia” tanto en términos de prestaciones como de ejercicio del poder- crece significativamente ante condiciones extraordinarias y donde se encuentran en juego cuestiones de orden público.
Los números de cuatro ciudades
Ante una consulta de El Litoral, el senador Michlig aportó datos sobre la coparticipación provincial que reciben -descuentos mediante- un puñado de municipalidades.
Explicó que todas estarán afectadas por la baja general de la recaudación, pero que “quedarán prácticamente sin coparticipación” las intendencias a las que se les aplican retenciones.
Para entender las cifras debe pensarse que, cada mes, la coparticipación que reciben los intendentes y presidentes comunales varía según la recaudación de los impuestos. Es una proporción, no una cifra constante.
Sin embargo, los descuentos por adelantos de años anteriores o por otros conceptos, sí son fijos.
Así, mientras el total a percibir cae (junto con las recaudaciones provincial y nacional), no pasa lo mismo con las retenciones que corresponden por ley.
Para San Cristóbal, lo habitual era que por las retenciones se resignara un 40% de su coparticipación. Pero ahora no va a percibir casi nada.
Los sancristobalences contaron en marzo con una coparticipación de $ 7,3 millones (M), pero por retenciones se le descontaron $ 4,1 M, lo que da un saldo de $ 3,1 M necesarios para poder pagar sueldos por unos 8 M.
En lo que va de abril la coparticipación se ha derrumbado. “Llegaron $ 938.428,01, es una disminución con respecto a la primera quincena de marzo del 54 %”, apuntó el senador.
Y en Ceres, lo mismo: marzo $ 10,1 M de coparticipación que con las retenciones de $ 5,2 M dejaron un saldo de $ 4,8 M, algo más de la mitad de los haberes ($ 8.5M). En la primera quincena de abril la caída es del 47% contra el mismo período de marzo, ingresó apenas un millón.
La coparticipación de San Justo, en marzo, sumó $ 11,7 M. Y se retuvieron $ 7,4 M, con lo que finalmente llegaron $ 4,2 que cubren parte de los 13,8 M necesarios para sueldos.
En estas primeras dos semanas de abril, apenas $ 1.178.291,89 fueron coparticipados a los sanjustinos, lo que significa una disminución del 54 % para el mismo tramo.
Para San Javier, la coparticipación de marzo fue de $ 9,3 M y de $ 4,3, las retenciones. El saldo fue más alto que lo descontado: casi $ 5 M que cubren la mayor parte de los $ 8,2 M de sueldos. Pero en la primera quincena de abril llegaron $ 937.718, es el 54 % menos.