Luis Trecco tiene 66 años y vive en la localidad de Chañar Ladeado, un pueblo santafesino a la vera de la ruta 93, al límite con la provincia de Córdoba. Allí, desde hace 50 años, tiene su lugar de trabajo al que llega y se va en su andador, con la ayuda de amigos. Lo hace porque es responsable y su discapacidad no le impide hacer lo que más le gusta: atender su kiosco.
Hace unos días, una mañana fría donde la sensación térmica daba unos grados bajo cero, Luis se cruzó con un vecino del pueblo, Román Cavaglia, periodista local y titular de “Radio On”. El comunicador sintió la necesidad de contarle a su audiencia vía Facebook lo que observaba en ese momento y lo que pasó después terminó siendo pura emoción.
“(El kiosco) estaba cada vez más venido abajo. Deteriorado por el paso del tiempo y feo. Yo soy parte de la sociedad que olvida, pero un día paré temprano. Hacía 8 grados bajo cero de sensación térmica y Luis ya estaba adentro laburando como siempre. No había nadie comprando”, comenzó contando a este medio Cavaglia.
El periodista, dijo que aprovechó la posibilidad de hacer una transmisión por Facebook Live para captar el momento. Quería algo espontáneo para contarle a la gente que Luis estaba laburando como todos los días en la esquina de Santa Fe y Gödeken: “Con el frio, su discapacidad y su dificultad para hablar, ahí estaba. Por eso invité a la gente a que pase a comprar algo, a charlar con él”, contó.
Entre los miles de reproducciones que tuvo el video, había una persona que proponía en sus comentarios que se pinte el kiosco. Ese fue el disparador.
Gentileza
Foto: Gentileza
Mucha gente pequeña, que cambia el mundo
El kioskero más querido de Chañar, tiene que desplazarse con un andador por una discapacidad motriz. Le cuesta un poco hablar, pero su cabeza, como dice Román, “anda como un avión”. Y es que el hombre, sabe administrarse, manejar dinero y comercializar por él solo. Hasta en sus ratos libres colabora con una agencia de quinielas oficial.
Actualmente vive en el Hospital local. Su familia, son sus amigos de toda la vida y los trabajadores de salud que lo asisten siempre. De hecho, unos días antes de dar la sorpresa, todos se “complotaron” para darle marcha a los preparativos. La excusa es que la esquina donde tiene su negocio, tenía que ser “fumigada” por la pandemia de coronavirus y por casi 48 horas, no podía ir a trabajar. Eso, le molestó mucho.
En paralelo, se armó un grupo de Whatsapp, se sumaron las “Manos Solidarias”, comercios y la artista local, Alejandra Cabrera, quienes diagramaron el nuevo kiosco para Luis. De paso, invitaron a chicos a que se sumen a participar, para que sean ellos el día de mañana quienes recuerden la experiencia y no se la olviden nunca.
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“A las 3 de la tarde del sábado último lo fueron a buscar. Ya cuando venía llegando le dijeron que se iba a encontrar con una sorpresa. Vio el kiosco pintado y se largó a llorar y nosotros lloramos con él. Fue algo hermoso”, recordó Cavaglia, quien aclaró que también le llenaron de mercaderías el local. “Estuvo preocupado por los precios de las donaciones. Es un comerciante nato”, agregó entre risas.
El periodista, valoró que a partir de entonces, va mucha gente a saludar y comprarle a Luis: “No nos cuesta nada ayudar y él es un ejemplo de vida. Se lo nota más contento, tiene otro semblante. Ríe mucho más”, indicó.
Por otra parte, remarcó que en Chañar Ladeado se potenció mucho más el espíritu de solidaridad y que varios coinciden en que “este” es el camino. “Luis hoy es un ejemplo y agradezco a toda la gente que colaboró. Propusimos que no haya instituciones para que no se politice, así que el reconocimiento va para la gente en general y a los comercios que hicieron donaciones. Se pusieron en movimiento con una causa noble”, sostuvo.
Finalmente, destacó: “(A Luis), lo ayudamos yendo a comprar y siendo más humanos. Si estamos apurados, tengamos paciencia porque cuesta entenderle y ver qué quiere decir. Pero es un minuto al día de esfuerzo para estar con él. De esa forma lo vamos a estar ayudando”.