Las quemas del lado entrerriano frente a la costa santafesina son un tema recurrente en este año. Los incendios se dan no sólo en la zona frente a Rosario sino a lo largo de toda la ribera de Entre Ríos lindera a nuestra provincia.
Las quemas del lado entrerriano frente a la costa santafesina son un tema recurrente en este año. Los incendios se dan no sólo en la zona frente a Rosario sino a lo largo de toda la ribera de Entre Ríos lindera a nuestra provincia.
César Massi, viverista y naturalista que vive en la Cuna de la Bandera y administrador del grupo en Facebook llamado Naturalistas Santafesinos conoce el delta del Paraná. En diálogo con Multimedios El Litoral, dio sus opiniones acerca de una temática que estará en la agenda pública por muchos meses más.
- ¿Cómo ves la situación en general en el delta del Paraná?
- Está bastante complicado principalmente porque no se avizora una solución. Los incendios son muchos, no hay personal para tratarlos a todos y al margen de que pueden controlar la parte de acá frente a Rosario los incendios son en general en todo el Paraná. Desde Villa Ocampo hasta el delta inferior. Hay incendios por todos lados. Acá se concentran en intensidad porque la isla acá es muy ancha y hay mucho territorio, y en otros lados se hace un poco más angosto el Paraná, pero justo acá enfrente de Victoria es bastante extenso.
Lo veo mal. Ya hay territorios enteros que se queman. No queda parche en el medio para que sobrevivan los bichos. Se va agravando el panorama y además no se avizora que vaya a llover que es otra de las preocupaciones. La única solución a esto es lamentablemente que llueva.
- ¿Ustedes pueden hacer una estimación de la cantidad de hectáreas quemadas?
- Acá frente a Rosario tomando desde San Nicolás y arriba hasta San Lorenzo por lo que pudimos ver usando los sistemas públicos de la NASA, nosotros calculamos que se quemaron 60.000 hectáreas. La última vez que miré iban 55 y los incendios siguieron 15 días más. El sistema de la NASA te muestra los puntos calientes y tiene una herramienta que te permite medir el área de esas quemas.
- ¿Quiénes son los que queman? ¿Qué intereses hay detrás de todo esto?
- Mi opinión personal es que son fuegos producidos para el cambio del uso del suelo. En general, para ganadería. Después el ganadero te dice que no es, que no puede quemar porque no se va a quedar sin pasto ahora. Quemas para la ganadería hubo siempre. Entonces es raro que justo este año no sean ellos. Es medio sospechoso. Es la única actividad que se genera a lo largo y a lo ancho del Paraná. En toda la isla hay vacas y no es casualidad que justo en esta época se queme. En un momento de sequía le permite extender un poco más el área para poner vacas. Este año que el río está bajo. A lo mejor el año que viene lo pierden a eso. No tengo dudas que son incendios provocados por la ganadería.
En todo esto colabora la extrema sequía y la bajante del río que magnifica todos estos problemas. Si hubiésemos tenido un año con sequía, pero sin la bajante del río por ahí no era tan extremo el panorama. Este año lo hicieron antes porque se quedaron sin pasto por la sequía.
- ¿Cuáles son las acciones que los grupos ecologistas pueden hacer?
- El ambientalismo no puede reemplazar al Estado. Nosotros no podemos salir a controlar quién prende fuego. La solución a esto es que el Estado tiene que tener presencia en el territorio. El Estado se retiró completamente del humedal hace mucho tiempo. Las quemas son un detalle en todo este q... Un detalle magnífico, pero esto es a diario. La caza furtiva, la sobrepesca, las construcciones ilegales, los intereses inmobiliarios. Son una sumatoria de cosas que demuestra que todo esto pasa porque el Estado no está ahí.
¿Qué podemos hacer nosotros? Nosotros podemos militar, exigir. Militar las soluciones que creemos que son necesarias. Por un lado, la ley de humedales como marco regulatorio para todo lo demás. Y después planes jurisdiccionales como pueden ser el Piecas (Plan Integral Estratégico para la Conservación y el Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná) que estaba hecho con Entre Ríos y quedó en el olvido. Era un plan interjurisdiccional para el manejo de la cuenca del delta entre Santa Fe y Entre Ríos. Se hizo en el 2012 después de los episodios serios de quemas. Y en su momento se dejó de articular. Esa hubiese sido una herramienta bastante importante porque es una herramienta de cercanías donde participan los municipios, donde participan los vecinos, los productores. Después el Estado dimensionando la problemática ambiental y asignándole recursos. Si uno tiene las leyes y no tiene los recursos, es lo mismo que no tener nada.
Hay una mortandad excesiva de animales ahora. No se dimensiona porque uno ve la foto que es fuego y lo espectacular del humo de la llama visto desde la costa, pero cuando uno se va al humedal y mira el detalle de lo que pasa se da cuenta que se quedó sin víboras, ni sapos, ranas, lagartos, cuises, ratones, sin un montón de bichos que viven ahí, que cumplen su función en el ecosistema. Se queda sin las plantas que sirven para que haya pájaros y el daño viene por un lado o por otro.
El año que viene seguramente habrá una explosión de ratas porque las ratas se reproducen mucho más rápido que las víboras y el año que viene se van a hacer un festín. Sin las víboras como controladoras. Pasó en 2008 también, en 2009 no se podía ir al río de la cantidad de ratas que había. Empezó el peligro de la leptospirosis, el hantavirus. Es todo un mecanismo que tiene que andar perfecto.
Es posible que un incendio breve lo tolere, pero un incendio de siete meses… Esto empezó en enero. En enero ya había fuego, en febrero hubo un poco más y en marzo ya había explotado. Después nos salvó la pandemia, sino hubiésemos tenido dos meses de quemas intensas como ahora. Y nadie prestó atención. Eso es un gran problema que tenemos.
Si uno que es un simple mortal que va a la isla y puede ver que en enero ya había pasto seco por todos lados y que esto iba a ser un polvorín, ¿cómo no lo puede dimensionar el Estado?
¿Cómo el Estado no tiene un ente de control que vaya viendo esta situación?
Entramos en una Niña (período de menores precipitaciones). O sea que va a haber más sequía. Con todo esto, alguien debería al menos parar la oreja para ver lo que se viene. Pero probablemente nadie haga nada.
Es bastante desesperanzador. La ley de humedales es necesaria para frenar un poco esto hasta que esté el tema ordenado. Una vez que se tiene la ley, los gobiernos no tienen más excusas que ponerse a trabajar. La sociedad no tiene más escapatoria para hacerse la distraída de estos problemas. Nos va a empezar a pegar de todos los costados. En algún momento nos tiene que caer la ficha de que esto hay que controlarlo porque lo vamos a sufrir. Los extremos climáticos van a ser cada vez mayores. Cada vez más sequía, más inundaciones y toda la falta de los ambientes naturales la vamos a sentir por mil.