Juan Manuel Speerli
Daniel Rasello vive en Brasil hace más de 30 años y desde el comienzo de la pandemia empezó a pintar y a vender cuadros gigantes hechos con las famosas lapiceras.
Juan Manuel Speerli
Daniel Rasello nació en Buenos Aires pero de muy chiquito vivió en Villa Cañás, donde pasó su niñez y adolescencia hasta que volvió para estudiar publicidad. Desde 1990 se radicó en San Pablo, Brasil, y después de trabajar como creativo publicitario durante 36 años, dejó la actividad para dedicarse al dibujo y la pintura, algo que hizo casi toda su vida, aunque ahora con la particularidad de expresarlo con las históricas y famosas lapiceras Bic. A sus 61 años pasa sus días haciendo trabajos por encargue que se transforman en cuadros de hasta 120 cm de ancho por 180 cm de alto.
- ¿Cuánto tiempo hace que pintás con Bic?
- A mediados del año pasado durante la pandemia mientras permanecía en aislamiento cuidándome del Covid, hice muchas cosas dentro de mi casa y una de ellas fue revolver una caja llena de fotos. Vi una de mi madre, busqué papeles buenos de bastante gramaje, la dibujé en lápiz y la terminé con una “caneta” Bic negra (En Brasil caneta significa lapicera). Me encantó como quedó, después hice un árbol sin hojas y ahí enloquecí con el resultado. Desde ese día hasta hoy dibujo con Bic negra sobre papel francés Canson Montval de 300 g. El uso de la técnica de bolígrafo sobre papel es reciente, independientemente de haber utilizado toda la vida la “birome”, tanto para escribir como para hacer algún dibujo que se me venía a la cabeza; es una herramienta como lo es el pincel, el aerosol o la espátula.
Publicista, pintor, diseñador gráfico; Daniel, hincha de Independiente acá y de Corinthians en Brasil, tiene en su curriculum haber trabajado para un comercial de TV con el exjugador de fútbol brasileño Ronaldo. “Es realmente un fenómeno y muy simpático. Durante la filmación, hizo demostraciones con la pelota que no podía creer a pesar de no estar en la forma física como cuando jugaba. Su carisma ayudó mucho para las ventas de lo que promocionamos”, dice Daniel acerca del aviso que compartieron para los laboratorios farmacéuticos Neo Química, en el que se desempeñó como director de arte y el exjugador del Barcelona, Real Madrid y la selección brasileña como actor principal.
- ¿Qué te inspiró para empezar a dibujar y pintar con lapicera?
- Nos pasamos la vida intentando alcanzar lo que muchas veces no alcanzamos nunca: la verdad, nuestra verdad. Durante todos los intentos creemos que el coraje está en descubrir por dónde se le puede ganar a los otros aunque pensando en el qué dirán. Por ejemplo, a los 59 años decidí hacerme mi primer tatuaje, después de muchos intentos que me hacían retroceder. Pero fue mi decisión la de tatuarme de forma permanente algo que me apasiona: la naturaleza.
Justamente fue la naturaleza el puente para expresarse tanto en sus obras como en su tatuaje: un paisaje en el antebrazo derecho con montañas y playa, con dos líneas que la enmarcan y representan a sus dos hijos.
“La naturaleza está extremadamente comprometida por nuestras manos, somos destructivos y no lo estamos viendo. Como es algo que me preocupa y me da impotencia, descubrí que podía expresarlo a través del dibujo de los árboles -principalmente los que están con riesgo de extinción- con la idea de perpetuarlos, de admirar su belleza, y si se puede, ayudar a tomar consciencia de la importancia de amarlos y cuidarlos. Los animales también forman parte de esa preocupación y por lo tanto se ven reflejados en mis obras.
Amante del arte en general, Daniel apunta que en las artes plásticas le gusta la posibilidad de expresar intriga y dejar una reflexión, pero que tenga una buena comunicación con la estética. En este sentido, busca dejar una impronta en cada trabajo que emprende: “Apenas arranqué hice muchos dibujos y armé una colección que me permitió mostrarme en el mercado. Fueron muy bien aceptados y vendí bastante. Después de esa experiencia la mayoría de todo mi trabajo fue consecuencia de pedidos particulares y especiales”.
“Recuerdo que de muy chico en el pueblo, durante unos días en los que hacía mucho frío y estaba muy resfriado, mi mamá me compró las revistas Billiken y Anteojito que venían con imágenes de próceres con sus caballos. Los dibujé, los pinté y ahí comencé”, rememora Daniel de su niñez cañaseña, mientras expresa su gusto por la mezcla de las pinturas: “Me da mucho placer hacerlo porque creás colores y volvés al niño que todos tenemos dentro”.
- ¿Cuántas lapiceras usás para pintar una obra?
- Las Bic duran mucho y gran parte de mis obras llevan solamente una. Claro que hay trabajos más grandes que me llevaron más de una. Por ejemplo, para un cuadro de 120 cm por 180 cm usé 12 lapiceras.
- ¿BIC sabe de tu existencia?
Si. Incluso en mis publicaciones de Instagram siempre menciono y etiqueto a Bic y a Canson. Estuve en contacto con ellos y espero poder avanzar en una relación profesional como por ejemplo, patrocinar una exposición.
Gran parte de sus trabajos se pueden ver en su cuenta de Instagram: @danielraselloart donde también hay posteos con el proceso de las obras. “Tengo muchas ganas de visitar Argentina nuevamente después de haber estado unos pocos días en 2020 antes de la pandemia y para las Fiestas de 2018 cuando estuve por última vez en Villa Cañás con mi familia”, desea. Quizás ese sea el momento de subir al avión obras de pedidos especiales para nuestro país.