Santino Clemente tiene solo 22 años, es oriundo de Porteña (Córdoba), y acaba de cumplir uno de los sueños que muchos considerarían inalcanzables: construyó un cohete junto a un equipo de estudiantes en Estados Unidos y fue evaluado por la NASA.

Santino Clemente, joven de 22 años, participó en un proyecto universitario de la NASA. Lejos del país, no olvida sus raíces en Porteña, el pueblo donde nació su pasión por la ciencia.

Santino Clemente tiene solo 22 años, es oriundo de Porteña (Córdoba), y acaba de cumplir uno de los sueños que muchos considerarían inalcanzables: construyó un cohete junto a un equipo de estudiantes en Estados Unidos y fue evaluado por la NASA.
“Si me decías hace unos años que me iba a surgir esta oportunidad, no te creía”, contó aún sorprendido desde Nashville, donde recientemente se graduó como Ingeniero Mecánico en la Universidad de Vanderbilt.
El joven argentino fue parte de una experiencia única: una competencia entre 50 universidades estadounidenses organizada por la NASA. “En agosto, al principio del año escolar, nos mandaron una misión: teníamos que construir un cohete que superara los 4.000 pies de altura, desplegara una cápsula con antena y enviara datos al aterrizar. Lo hicimos desde cero”, detalló Santino al respecto.

Durante meses, el equipo de 15 estudiantes trabajó en laboratorios de la universidad, ajustando cada detalle del cohete: “Arrancamos con prototipos, probamos antenas, fuimos puliendo todo hasta llegar a mayo, cuando lo lanzamos en Huntsville, Alabama, y cumplimos la misión”.
El proceso no fue sencillo. Santino cursó el último año de su carrera en paralelo con el proyecto y todo sin dejar de trabajar en un comedor universitario: “Fueron muy pocas horas de sueño desde agosto, pero lo logramos”, afirmó.
Uno de los aspectos que más lo marcó fue conocer por dentro el sistema de trabajo de la agencia espacial: “Fue increíble ver cómo se maneja la NASA, los estándares de seguridad, las inspecciones... eso fue un choque de realidad”, anexó en diálogo con Radio Rafaela.

Santino terminó la secundaria en la escuela bilingüe y bicultural "Dante Alighieri" de San Francisco, Córdoba, y desde su último año comenzó a buscar oportunidades para estudiar en el exterior: “Empujando, hablando con profesores, se me dio esta posibilidad. Tuve que conseguir una beca porque estudiar acá es muy costoso”, confesó.
Fue así que, desde agosto de 2021, Santino se instaló en Estados Unidos para vivir su sueño. “Desde el primer día estuve solo, pero tuve la bendición de que mis viejos me pudieran venir a visitar dos veces. La última fue hace unas semanas, para mi ceremonia de graduación. Fue muy emotivo verlos en la tribuna mientras yo recibía el diploma. Estoy eternamente agradecido”, recordó.

Aunque lleva ya varios años en el extranjero, Santino no dejó sus orígenes: “Cada vez que vuelvo a Argentina siento que vuelvo a casa. Acá en Nashville tengo el mate, traigo fernet... Trato de traer todo lo que puedo para sentirme como en casa”, contó entre algunas risas.
Y no solo eso, sino que también contagió un poco de argentinidad a su entorno: “Como soy el único argentino en Vanderbilt, a mis compañeros los argentinicé un poco. También toman mate y anoche miraron conmigo el partido de Independiente y Boca”, dijo.
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