La increíble historia de un abusador, acusado por sus propios hijos adolescentes, quienes un mes atrás lograron huir de la finca familiar y denunciar los abusos cometidos por su padre hacia ellos, continuó esta jornada con otro descubrimiento infrahumano, al ser descubierto Juan Carlos Rézola (Tenía pedido de captura desde el 15 de junio por orden de la jueza Susana Luna) habitando un pozo en Santo Tomé sencillamente construido en la tierra y tapado con chapas.
A dicho lugar llegaron efectivos policiales luego de la denuncia de vecinos, a quienes les llamó la atención la forma de vida de una familia de 6 personas, entre quienes se encontraban menores de entre 6 y 10 años y realizaron la denuncia en sede policial.
Al arribar los uniformados al lugar se encontraron con Rézola, quien intentó huir por una zona de montes de la vecina ciudad. En la húmeda e infrahumana vivienda sólo se encontraron dos de los niños en condiciones lamentables de salud e higiene, hasta el momento se desconoce el paradero de los otros dos menores.
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