La muerte de un joven de 23 años en Baradero (Buenos Aires) generó conmoción y múltiples interrogantes en la comunidad local y en su familia.

Didier Podestá Deleglise, de 23 años, falleció en el Hospital Dr. Lino Piñeiro de Baradero tras un episodio que la Justicia intenta reconstruir: se había escapado de la guardia, reapareció con lesiones severas y murió horas después sin que hasta el momento estén claras las circunstancias de su deterioro.

La muerte de un joven de 23 años en Baradero (Buenos Aires) generó conmoción y múltiples interrogantes en la comunidad local y en su familia.
Según reconstruyen fuentes oficiales y allegados, Didier Podestá Deleglise ingresó al Hospital Dr. Lino Piñeiro en la madrugada del lunes en un estado de desorientación e intoxicación, se escapó mientras era atendido y, aproximadamente una hora después, regresó en un patrullero policial con lesiones graves.
Horas más tarde falleció en el mismo centro de salud, situación que motivó la apertura de una investigación judicial para determinar las causas y responsabilidades del hecho.
Cerca de las 6.40 del lunes, la policía de Baradero fue alertada sobre un hombre “exaltado” en la vía pública. El personal de emergencias SAME trasladó al joven al Hospital Dr. Lino Piñeiro, donde quedó en observación con diagnóstico inicial de intoxicación por consumo de sustancias y sin signos evidentes de agresión externa.
Mientras los médicos evaluaban su estado, Deleglise logró evadirse de la guardia del hospital. Según distintos medios, salió corriendo del sector sin que el personal sanitario o de seguridad pudieran retenerlo. La policía fue notificada de su fuga, pero no se logró ubicarlo de inmediato.

Alrededor de las 7.40, un patrullero oficial regresó al hospital con el joven ya fuera de sí y con múltiples lesiones visibles en el rostro y el cuerpo. El cuadro era diametralmente distinto al que había presentado al ingresar: el personal detectó signos de traumatismos que no estaban presentes en la primera evaluación.
El joven quedó internado en terapia intensiva, donde los médicos intentaron estabilizarlo sin éxito, y falleció alrededor de las 20.30 de ese mismo día.
La carátula de la causa fue establecida como averiguación de causales de muerte por la Fiscalía Nº 9 a cargo del fiscal Vicente Gómez.
Las primeras medidas impulsadas por la Justicia incluyen la recopilación de grabaciones de cámaras públicas y privadas, el tomado de declaraciones a policías y al personal de salud, pericias médicas y toxicológicas y la realización de la autopsia para precisar el tipo de lesiones y su origen.
Desde la Secretaría de Seguridad de Baradero, el funcionario Gabriel Fontanari señaló que hasta el momento “no hay nada acreditado” que demuestre una agresión deliberada por parte de efectivos policiales, aunque reconoció que la situación es confusa y que el expediente se maneja con cautela.

La familia de Didier expresó profunda preocupación e incredulidad por el estado en que regresó al hospital y por la falta de claridad sobre lo ocurrido entre su salida del centro de salud y su aparición en el patrullero.
Según los allegados, al reconocer el cuerpo observaron que la víctima tenía el rostro “completamente desfigurado”, con signos de golpes que no se correspondían con el cuadro inicial de intoxicación.
Parientes y amigos del joven presentaron una denuncia formal y exhortan a que se investigue con profundidad el accionar institucional durante ese tramo de aproximadamente una hora en el que no se tiene un relato certero de su paradero y condiciones.
La hermana de Deleglise publicó en redes sociales un pedido de justicia y convocó a una marcha pacífica frente a la fiscalía local para este viernes a las 11.30, con el objetivo de visibilizar su reclamo.
El cuñado de la víctima, en declaraciones a medios, aseguró que existen discrepancias entre los partes médicos y los causales de muerte, e instó a que se esclarezca si las lesiones fueron producto de una agresión o de una caída o episodio fortuito en la vía pública.

La familia es particularmente insistente en conocer qué ocurrió durante el tiempo en que el joven estuvo fuera del hospital, sin que haya registros o testimonios precisos sobre ese lapso.
Por su parte, las autoridades municipales y policiales han pedido cautela en las interpretaciones públicas hasta que no se cuente con los resultados de la autopsia y las pericias.
La causa continúa bajo reserva judicial en torno a los detalles de la investigación, si bien preocupa a la comunidad local la ausencia de certezas sobre el destino del joven durante la hora que estuvo fuera del hospital bajo circunstancias no aclaradas.
El caso, que combina un episodio de salud, un posible accionar institucional y una muerte con múltiples interrogantes sin resolver, sigue abierto mientras la Justicia busca reconstruir paso a paso ese tramo crítico y definir si hubo responsabilidades penales o no.