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El tribunal de la Cámara Primera en lo Criminal de Resistencia condenó hoy a prisión perpetua a Juan Ernesto Cabeza, el remisero de origen tucumano que fue hallado penalmente responsable del secuestro, violación y asesinato de la radióloga Tatiana Kolodziey, delitos perpetrados en octubre de 2012.
La audiencia de lectura de la sentencia comenzó pasadas las 8.30 y se extendió durante casi cuatro horas, en medio de un estricto operativo policial en torno a la sede judicial, ubicada en avenida San Martín 66, en esta capital.
El tribunal presidido por Marisa Lehmann, que integran las juezas Glenda Vidarte y Lucía Martínez Casas de Sanchís, encontró responsable a Cabeza de los delitos de privación ilegítima de la libertad, abuso sexual con acceso carnal, homicidio criminis causa y uso de documento público falso, todos en concurso real.
Las magistradas también hicieron lugar a un planteo de la querella, en base a una solicitud expresa de la familia Kolodziey para trasladar a Cabeza desde su actual lugar de reclusión en la Unidad Penitenciaria 7 de Resistencia, a la Unidad Penal 6 de Rawson, en la provincia de Chubut.
Las integrantes del tribunal de la Cámara Primera en lo Criminal de Resistencia también solicitaron la unificación de esta pena con otra precedente, dictada por el Tribunal en lo Criminal 3 de la ciudad de Buenos Aires, que en noviembre de 1998 condenó a Cabeza por violación reiterada en cuatro ocasiones, una de ellas en concurso real con privación ilegítima de la libertad y robo reiterado, además de un homicidio criminis causa.
La jueza Lehmann explicó durante la audiencia final que la víctima fue privada de su libertad en la madrugada del 20 de octubre de 2012, luego de abandonar la casa de su pareja Arnaldo Enciso en un remís conducido por Cabeza, quien ‘luego abusó sexualmente de ella‘, situación que ‘quedó acreditada con la autopsia‘.
La presidenta del tribunal también consignó que la víctima fue asesinada en el interior del automóvil Chevrolet Corsa que conducía el condenado, mediante ‘un mecanismo de asfixia por compresión‘, y señaló como pruebas contundentes las muestras de sangre y saliva de la víctima que fueron halladas en el asiento trasero del vehículo.
La magistrada también sostuvo que Kolodziey corrió la misma suerte que las víctimas anteriores de Cabeza, con la diferencia sustancial de que la radióloga ‘no pudo contar lo que le pasó, pero su cuerpo sí habló de una manera clara y contundente‘.
Lehmann también interpretó, en base a más treinta testimonios y las pericias científicas, que el lugar en el que fue hallado el cuerpo de Kolodziey, en un descampado del paraje El Tropezón, en cercanías a Resistencia, no fue el mismo en el que se produjo su muerte.
La jueza Vidarte, en tanto, dijo que Cabeza se trasladó hasta Fontana, una ciudad ubicada a sólo 5 kilómetros de Resistencia, con el fin de ‘buscar ayuda para deshacerse del cuerpo‘, por lo cual consideró que el condenado ‘no actuó solo‘ en este sentido. Por esto, el tribunal decidió disponer al equipo fiscal en turno una copia de las actas, a fin de ‘investigar la posible participación de un tercero en el delito juzgado‘, lo que motivó que el remís secuestrado no sea devuelto por el momento a su propietario.
Las magistradas chaqueñas determinaron la necesidad de que ‘se investigue la posible comisión del delito de obstrucción a la investigación de Arnaldo Enciso‘, por lo cual también se mantendrá bajo secuestro judicial un teléfono celular con el cual el novio de la víctima mantuvo una serie de comunicaciones no debidamente esclarecidas durante la noche del secuestro. P
or este mismo motivo también se resolvió investigar la conducta de Guido Mezzi, gerente comercial de la empresa Personal en el Chaco, ante su ‘reticencia y mala predisposición‘ para ofrecer información sensible para la causa, al tiempo que se investigará si Claudia Pereyra, abogada de la misma firma, incurrió en el delito de falso testimonio.
Alfredo Kolodziey, padre de la víctima, se manifestó ‘satisfecho‘ con la sentencia, al considerar que ‘este fallo es un ejemplo para la sociedad‘ porque ofrece cierto sosiego a ‘las víctimas de Cabeza que están en Buenos Aires, para que se queden tranquilas de que no va a andar en libertad‘.
Una vez conocida la sentencia Kolodziey ofreció una conferencia de prensa junto a sus abogados querellantes Ernesto González y Elena Bareiro, a quienes felicitó por su labor durante el proceso, y manifestó su intención de que se juzgue el accionar del juez federal Axel López por haber otorgado el beneficio de la libertad condicional a Cabeza. ‘Mi hija se murió por la falta de criterio del juez Axel López. Si no hubiera sido así, hoy estaría casada y yo tendría un nieto‘, se lamentó el padre de la víctima, quien calificó de ‘negligente e incompetente‘ al magistrado y consideró que ‘merece ser juzgado y destituido de su cargo‘.






