La historia delictiva del “Dracu” comenzó a escribirse cuando era muy joven, en los inicios de 2000 o antes. Entonces fue condenado a tres años de prisión efectiva por robo calificado por el uso de arma de fuego y resistencia a la autoridad, entre otros delitos. Cuando gozaba de salidas transitorias, en 2002, cometió un crimen y fue detenido. Dos años después, fue hallado culpable de homicidio calificado por el uso de arma de fuego y se lo sentenció a 14 años de cárcel. Volvió a Coronda. Apenas seis años después, en marzo de 2008, recuperó la libertad de manera condicional y a los pocos días nuevamente fue atrapado con un arma de fuego, lo que le valió otra condena a tres años. Las penas se unificaron en una sentencia a 16 años de prisión efectiva. En 2012 no volvió luego de una salida transitoria y tuvo que ser arrestado. No fue la única vez que escapó y se mantuvo como prófugo. En marzo de 2017 fue imputado por tenencia simple de material explosivo. La última página -por el momento- de este cuento de la buena pipa se imprimió en los últimos días.
Luego de algunas tareas de inteligencia, el pasado jueves 7 de este mes personal de la Agencia de Investigación Criminal allanó la casa de este sujeto, en donde la calle Regimiento 12 de Infantería es cortada por las vías del ferrocarril, por pedido del fiscal Omar De Pedro.
El “Dracu”, que hoy tiene 45 años y dice ser remisero, estaba con uno de sus tres hijos. Los uniformados secuestraron entonces tres armas de fuego: una pistola calibre 9 milímetros Bersa Thunder, otra de la misma marca pero calibre .380 y una escopeta de fabricación china. También hallaron en la casa gran cantidad de municiones de todo tipo. Otra vez, este hombre -cuyas iniciales son AEM- regresó tras las rejas.
El sábado pasado, ante el juez José Luis García Troiano, el fiscal De Pedro le imputó por enésima vez el delito de tenencia indebida de armas de guerra.
Al día siguiente se llevó a cabo la audiencia de medidas cautelares y el magistrado Leandro Lazzarini decidió no hacer lugar al pedido de prisión preventiva solicitado por el funcionario del Ministerio Público de la Acusación. Llamativamente, el “Dracu” salió de Tribunales sin esposas y rumbo a su casa, aunque con estrictas medidas de seguridad y la condición de permanecer aislado -en el marco de la pandemia por coronavirus- bajo la tutela de su propia madre. Para conseguir el beneficio, este sujeto también puso su automóvil como garantía para la fianza.
El imputado fue asistido por el defensor público Sebastián Alberto Moleón Bersani.