Un jugador de fútbol rosarino que entrenaba en el Club Atlético Unión quedó en prisión preventiva este miércoles por una violenta entradera cometida en junio en barrio Sur de Santa Fe. La cautelar también fue impuesta a otros dos hombres.
Las cámaras de seguridad fueron una pieza clave de la investigación del violento asalto a dos jubilados.
Un jugador de fútbol rosarino que entrenaba en el Club Atlético Unión quedó en prisión preventiva este miércoles por una violenta entradera cometida en junio en barrio Sur de Santa Fe. La cautelar también fue impuesta a otros dos hombres.
Leandro Eluney Berti, quien entrenaba con la Reserva de Unión pero no formaba parte del plantel del club, fue imputado como partícipe necesario de "robo calificado por el uso de arma, por haberle ocasionado lesiones graves a una de las víctimas, por haber sido cometido en poblado y en banda, por efracción y por escalamiento".
Ivo Daniel Meza y Maximiliano Daniel Zárate son investigados como coautores del mismo delito. Además, de la entradera participó una persona aún no identificada y un hombre que permanece prófugo. Todos serían de Rosario.
La prisión preventiva de Berti, Meza y Zárate fue dispuesta por el juez Pablo Spekuljak, luego de que la fiscal Gabriela Arri la solicitara. Los abogados Germán Corazza y Juan Aguilar consintieron la cautelar de Berti, mientras que el defensor Carlos Abdala solicitó la imposición de medidas alternativas para Meza y Zárate, las cuales fueron consideradas insuficientes.
Arri explicó que la madrugada del 12 de junio un matrimonio de 87 y 84 años fue abordado en el interior de su domicilio de calle Monseñor Zazpe al 3000, mientras dormían. El hombre fue golpeado brutalmente. Los ladrones se llevaron 3 millones de pesos, 4 mil dólares, pesos uruguayos y 3 libras esterlinas antiguas de oro, entre otros elementos.
La fiscalía logró reconstruir lo sucedido y expuso su teoría del caso durante la audiencia. Berti alquiló un departamento en el edificio que está al lado de la vivienda, pero alquiló sólo por un mes una cochera allí. Desde el estacionamiento del inmueble se puede acceder a la terraza de la casa de las víctimas.
Berti fue imputado por haber realizado tareas de inteligencia previas y por haber permitido que Meza y el hombre que está prófugo accedieran a la cochera del edificio, y de allí a la vivienda donde concretaron el robo.
Los hombres fueron captados por las cámaras de seguridad del patio del inmueble. Forzaron la ventana del dormitorio y sorprendieron al matrimonio mientras dormía. Cuando la mujer prendió el velador, Meza se abalanzó sobre su marido, lo ató de manos y pies utilizando los cables de un teléfono fijo y del velador, y comenzó a golpearlo repetidas veces en el rostro.
El otro delincuente la maniató y, mostrándole un cuchillo, le exigió que les entregara sus pertenencias de valor, haciendo hincapié en "los dólares". Luego, uno de los delincuentes abrió la puerta principal de la casa y permitió el ingreso de Zárate, que fue captado por la cámara de seguridad del frente de la vivienda.
La mujer declaró que tuvo que pedirles que por favor dejaran de golpear a su marido, y lo abrazó para evitar que continuara recibiendo puñetazos en la cabeza.
Finalmente, los tres ladrones se fueron de la vivienda. Afuera los esperaba un Volkswagen Fox con vidrios polarizados, cuyo conductor aún no ha sido identificado.
La mujer se dirigió hasta la casa de una de sus hijas, que vive a media cuadra, a pedirle auxilio. Fue ella quien llamó al 911 y solicitó asistencia médica para su padre, que fue trasladado al Hospital José María Cullen.
Durante la audiencia de este miércoles el hijo del matrimonio declaró ante el juez. Sostuvo que su padre pasó de ser "una persona capaz, que estaba muy bien física y psicológicamente", a estar "gravísimo, moribundo" y ser "totalmente dependiente". "Lo han matado en vida", enfatizó. Respecto a su madre, dijo que sufre de estrés postraumático.
Cuando fue entrevistada, la mujer aportó detalles de lo ocurrido y señaló que los días previos había ido al banco a retirar dinero porque pronto sería el cumpleaños de ambos, y querían celebrarlo haciendo un viaje.
La fiscal Arri detalló el recorrido que realizó el automóvil en el que se dieron a la fuga los delincuentes, basándose en las cámaras de seguridad. Se dirigió hasta el norte de la ciudad, y luego regresó para tomar la autopista Santa Fe - Rosario. El vehículo estaba registrado a nombre de Ivo Daniel Meza
En Ángel Gallardo empleados municipales encontraron tirado un bolso. Dentro había una cartera que contenía una billetera con tarjetas y documentación a nombre de las víctimas. También había un registro de conducir, a nombre de Maximiliano Daniel Zárate.
Con esta información, se solicitaron impactos de antena de los celulares de los delincuentes, logrando ubicar a Zárate en la zona del hecho la madrugada del 12 de junio. También descubrieron que Meza se contactó con Berti ese mismo día pasadas las 8 de la mañana, cuando ya habían tomado la autopista para volverse a Rosario. Fue así como comenzaron a investigar la participación del futbolista en la entradera.
Al momento de solicitar la prisión preventiva, Arri señaló que Berti cuenta con una condena previa, de 2020, a 3 años de prisión efectiva por robo agravado y por ser miembro de una asociación ilícita. El resto no tiene antecedentes.
Debido al delito que les fue imputado, la pena en expectativa sería de 5 a 15 años, y por el grado de violencia durante la comisión del hecho la fiscal calculó que la misma se acercaría al monto máximo.
Arri también se refirió a la existencia de riesgos procesales, tanto de fuga como de entorpecimiento probatorio, sobre todo teniendo en cuenta que hay un prófugo y una persona sin identificar, y que todos conocen dónde viven las víctimas.
El juez Spekuljak consideró que la cautelar de máxima sería la única forma de mitigar estos riesgos, por lo que dispuso la prisión preventiva para los tres imputados.
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