Juliano Salierno
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A dos años del homicidio de Walter González Montaner, las partes aguardan que el juez Enrique Álvarez clausure la etapa probatoria y resuelva la situación legal de Juan Abel Leiva.

Juliano Salierno
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Una pericia balística es lo que resta para que el juez de Sentencia Enrique Álvarez clausure formalmente la etapa probatoria por el homicidio de Walter González Montaner, ocurrido el 13 de octubre de 2013 en el bar Fiji de la Recoleta.
La defensa de Juan Abel “Quique” Leiva desistió en las últimas semanas de todos los recursos y medios de prueba instados durante el último año y esto permitiría al magistrado acelerar los tiempos para el dictado de la sentencia, que según se cree, podría conocerse antes de fin de año.
El fiscal Nº 7, Jorge Andrés, solicitó el 4 de marzo la elevación a juicio; y dos meses después -promediando mayo- el juez Álvarez abrió la causa a prueba, donde se produjeron al menos dos inconvenientes direccionados a amedrentar a los testigos.
Uno de ellos fue el pedido de la defensa para realizar cinco careos con la testigo principal. La medida requerida por los abogados Raúl Berizo y Sebastián Nitti, fue impugnada por el Centro de Asistencia Judicial, que es querellante en la causa en representación de la familia González Montaner.
En dicha oportunidad, los abogados Zulema Rivera y Federico Lombardi del CAJ postularon que “no existe contradicción entre los testimonios aportados”; planteo al que adhirió el fiscal Andrés y derivó en la suspensión de los careos el 19 de agosto.
Actitud intimidatoria
El otro episodio se relaciona a los reconocimientos solicitados por la defensa, cuyos testigos -un hombre y una mujer- no se presentaron en la primera citación el 24 de septiembre y fueron reprogramados para el 8 de octubre. Ese jueves, fuentes del caso aseguran que un grupo de 9 personas encabezados por “Caqui” Muñoz, se encontraba en el subsuelo de tribunales, por donde debían pasar los testigos para llegar a la sala de reconocimientos, en clara situación intimidatoria.
Cabe recordar que Jorge Muñoz todavía se encuentra ligado a la causa, puesto que a pesar de haber recibido la “falta de mérito” durante la etapa e instrucción, todavía no fue sobreseído.
Finalmente, los testigos, que esa jornada estaban en el edificio de tribunales, no se presentaron y la defensa de Leiva desistió de la prueba.
Así las cosas, la clausura del período probatorio está a la espera de una pericial balística -también solicitada por la defensa-, para luego dar lugar a la etapa de conclusiones y los pedidos de pena.
Polos opuestos
Mientras los abogados Berizo y Nitti insisten en que no existen elementos de convicción suficiente para atribuir a Leiva los disparos que terminaron con la vida de González Montaner e hirieron a Fabricio Alarcón, tanto el fiscal como la querella consideran acreditada la autoría material del crimen.
Tal como se pudo reconstruir en el expediente, González Montaner había salido de su trabajo como custodia del bar el Sheik y se dirigió junto a su novia y un amigo al bar Fiji. Por su parte, Quique Leiva arribó al lugar acompañado por tres amigos -entre ellos Muñoz- y dos mujeres, y se sentaron en otra mesa del reducido salón.
Según pudo acreditar el fiscal, por motivos que se desconocen uno de los que estaba con Leiva golpeó por sorpresa a Alarcón y González Montaner salió en su defensa, hasta que Leiva sacó un arma de fuego y efectuó dos disparos, precisamente a las 9.30 de la mañana de ese domingo trágico.
Estaba prófugo
Quique Leiva y su grupo se fugaron en dos autos con vidrios polarizados que estaban estacionados sobre calle Santiago del Estero, en medio del desbande y el desconcierto generalizado. Desde entonces permaneció prófugo, hasta que una comisión de las Tropas de Operaciones especiales lograron atraparlo el 29 de mayo de 2014 en Berazategui, provincia de Buenos Aires.
Leiva fue procesado el 16 de junio de 2014 por el juez de Instrucción Jorge Pegassano, quien le atribuyó la probable autoría del delito de “homicidio calificado por el uso de arma de fuego” en perjuicio de González Montaner; y el mismo delito en grado de “tentativa”, contra Alarcón, quien resultó herido.
El procesamiento fue apelado y el juez de Cámara, Oscar Burtnik, confirmó el fallo de primera instancia tras una audiencia celebrada el 15 de septiembre del año pasado.