El asesino es Matías Martínez, un agente de la Policía Bonaerense de 25 años que estaba con carpeta psiquiátrica y que tenía dos graves acusaciones previas. Por un lado estaba por ir a juicio por sus agresiones contra Belén, otra ex novia. Por el otro, había sido denunciado en 2020 por violar a una menor de edad que padece retraso madurativo.
A medida que se conocen nuevos detalles crece la indignación porque los indicios demuestran que el crimen se pudo haber evitado. En las últimas horas se informó que las pericias a los celulares revelaron la forma en la que el femicida engañó a Úrsula para acercarse a ella y matarla.
Tenés que leerPor otro hecho de violencia de género, condenaron a 4 años de prisión al acusado de matar a ÚrsulaLos mensajes tanto del teléfono del homicida como de la víctima demuestran que ambos habían acordado juntarse. En el chat, Martínez le ofreció a Úrsula reunirse para “aclarar las cosas” y hablar sobre las denuncias por violencia de género: la última notificación de la Justicia a Martínez le llegó ese mismo 8 de febrero, horas antes del femicidio.
Cámaras de vigilancia del centro de Rojas muestran a la joven cerca de un kiosco a las 17, en plena tarde. Allí fue vista con vida por última vez porque fue cuando el asesino pasó a buscarla en su auto. Lo que jamás imaginó Úrsula es que el policía tenía escondido en el vehículo un cuchillo de carnicero.
Una vez alejados de la zona céntrica, el femicida apuñaló con alevosía y en reiteradas ocasiones a la adolescente de 18 años hasta matarla.
Tenés que leerUn reclamo nacional para poner fin a la violencia de género“Me mandé una macana”, fue lo primero que le dijo Martínez a su tío cuando lo llamó por teléfono segundos después de asesinar a Úrsula. Fue ese tío quien dio aviso a un amigo ex policía y de allí salió un llamado urgente al 911 que contaba el crimen.
Martínez fue detenido a 10 cuadras de donde había abandonado el cuerpo, mientras corría por un descampado.
La fiscalía pretende cerrar el caso en los próximos días y conseguir una urgente elevación a juicio del acusado, que de manera increíble aún seguía libre a pesar de su extenso historial por violencia de género.