Danilo Chiapello
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Esta mañana un joven murió acribillado a tiros. Al rato una mujer terminó herida de varios balazos. La policía detuvo a dos menores.

Danilo Chiapello
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Esta mañana un joven dejó de existir a poco de ser acribillado a tiros en las calles de barrio Pompeya.
La víctima fue identificada como Joel Exequiel Ifran Monje, un joven de 22 años, de nacionalidad paraguayo, que desde hacía un tiempo residía en dicha jurisdicción.
Poco después de las 6 el nombrado se conducía en moto y al llegar a Zavalla al 8000 detuvo su marcha para entablar un diálogo con un grupo de sujetos.
Pero esta circunstancia tuvo el peor desenlace. Uno de estos últimos sacó a relucir un arma de fuego y descargó una andanada de disparos contra el mencionado, que perdió su vida prácticamente en el acto.
No conforme con lo hecho hasta allí, uno de los malvivientes que acompañaba al matador se apoderó del rodado de la víctima y escapó del lugar con el.

Un rato después, cuando aun no se habían acallado los comentarios por lo ocurrido, un nuevo hecho de sangre volvió a sacudir a la barriada.
Esta vez los disparos provinieron de una zona próxima al lugar donde se había consumado. En Zavalla al 7900 una mujer resultó herida de bala.
La afectado resultó ser Elena Alejandra Aranda, de 42 años. La mujer recibió dos impactos, uno en la cadera y otro en una pierna. Fue hospitalizada y su estado es de cuidado.
Semejante incidente puso en estado de máxima alerta a la policía que “desembarcó” en el lugar con gran cantidad de uniformados.
En el marco de la investigación de este suceso los pesquisas detuvieron a dos menores, de 14 y 15 años, de quienes se tiene la firme sospecha que tuvieron participación directa en los hechos.
La hermana
“¡ A quemarropa lo bajaron de la moto.... siete tiros le pegaron!” , dijo hoy llorando Norma, la hermana de Joel Ifrán.
“Te sacan las casas, te pegan. Los ‘vigilantes’ te mandan al frente si vos los denunciás. Vienen a la noche y te tirotean tu casa. Vos no podes andar por la calle, pero ellos tienen la vida libre acá en Pompeya. Ellos matan... la policía no hace nada... y uno se tiene que andar escondiendo con las criaturas”, agregó.
“Esto es una mafia impresionante. Acá hay robo de casas, asaltos, venta de drogas, tiroteos. Matan a menores. Nadie hace nada... todos se lavan las manos. Hace poco a mí me pegaron en la cabeza. Me decían andate de tu casa porque te la vamos a incendiar con los chicos adentro”, explicó.

Casas en la mira
En octubre del año pasado Sebastian Exequiel Maciel jugaba al futbol con amigos en un descampado en San Juan y Pavón. Tenía 11 años y su vida se apagó cuando una bala, calibre 9 milímetros, se le incrustó en la cabeza.
El disparo que mató a Sebastián provino desde una zona próxima donde dos bandas de delincuentes dirimían sus cuestiones a tiro limpio.

Si bien por este hecho la policía detuvo a un hombre que actualmente se encuentra en la cárcel, las heridas no cerraron. Quienes hoy ultimaron a Ifrán le reprocharon una supuesta vinculación con aquel fatídico suceso.
La seguidilla de estos hechos de sangre tienen su explicación en distintos negocios que estos sujetos concretan, por fuera de la ley.
En este marco la ocupación por la fuerza de inmuebles y su posterior venta, parece ser uno de los ejes que motoriza esta cuestión.
La desocupación siempre es violenta (con tiros e incendios de por medio) y deja a grupos de familia en situación de abandono.