La noche del pasado viernes 16 de septiembre, una precaria embarcación que llevaba a once pasajeros dio una vuelta de campana cuando navegaba frente a la costanera de la ciudad de Coronda. Un hombre murió y un bebé estuvo a punto de perder la vida. Ahora, por múltiples irregularidades observadas, el fiscal federal Jorge Gustavo Onel solicita la indagatoria para quien oficiaba como conductor.
En la Justicia Federal
Piden la indagatoria de un hombre por el naufragio fatal en Coronda
Se trata de la persona que conducía la embarcación que dio una vuelta de campana. La fiscalía lo acusa de homicidio culposo.
El cuerpo de la víctima fatal fue hallado horas después del accidente náutico. Crédito: Archivo 18:12
El funcionario del Ministerio Público Fiscal entiende que hay suficientes elementos para sostener que C.E.A. puede ser autor de homicidio culposo con distintos agravantes.
Para el doctor Onel está acreditado que esa noche, el acusado "condujo de manera imprudente, negligente y antirreglamentaria una embarcación tipo canoa con motor (…) de aproximadamente 5 metros de eslora, en la cual se encontraban a bordo, además del C.E.A., otras diez personas (entre adultos y niños).
La canoa zozobró aproximadamente en el kilómetro 99 del río Coronda (progresiva kilómetro 548 del río Paraná) y murió ahogado Miguel Arturo Morales, un hombre de 69 años. El resto de los ocupantes del vehículo fue rescatado por lugareños que se apresuraron para prestar auxilio.
Según el fiscal, C.E.A., en su carácter de conductor o timonel, habría cometido una serie de infracciones.
Condujo una embarcación que era propiedad de un tercero (no registrada) y, en consecuencia, no se encontraba autorizado para guiar. Tampoco contaba con habilitación mínima requerida de conductor náutico que acreditara su aptitud y/o idoneidad requerida, explicó el doctor Onel.
C.E.A. consintió que "en una embarcación de esas características -precarias-, se superara la capacidad de personas a bordo". El hundimiento se habría producido por el exceso de peso.
El funcionario también afirma que el acusado utilizó una embarcación en precario estado de conservación, algo que aparentemente se apreciaba a simple vista.
Finalmente, la embarcación no contaba con todos los elementos de seguridad necesarios: de amarre, fondeo, señalización, publicaciones a bordo y chalecos salvavidas, entre otros.
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