Redacción de El Litoral
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La muerte de Orlando José Rodríguez (78) se produjo en el marco de una “noche loca” que terminó de la peor manera.
El nombrado fue encontrado sin vida el martes, en el interior de la casa que habitaba en Oroño al 500, de barrio Centenario.
Según trascendió en aquel momento, su cuerpo presentaba cuatro orificios cortantes en la zona lateral derecha del tórax y una contusión en el omóplato derecho.
Se encontraba en el piso sobre su costado izquierdo, sin ropas, en un dormitorio.
Si bien su caso en principio presentó algunas dudas, el correr de las horas permitió aclarar qué fue lo que sucedió en aquella fatídica jornada.
La punta del ovillo se descubrió ayer cuando una empleada policial accedió a un dato trascendente. Esta mujer pudo saber que en dicho suceso había participado un jovencito, de 17 años.
Sin más, la novedad fue comentada a los agentes de Homicidios los que, tras un arduo trabajo, lograron localizar al menor. Los investigadores lograron establecer que aquella noche el menor, junto a otro sujeto, de 28 años, y un supuesto trabajador sexual, se hicieron presentes en el domicilio de Rodríguez.
Pero en un momento dado la reunión se transformó en drama cuando el dueño de casa se trabó en una áspera discusión con uno de los muchachos.
Armado con un destornillador uno de los recién llegados atacó a Rodríguez ocasionándole lesiones que, a la postre, terminaron con su vida.
Para completar la obra macabra, los homicidas se retiraron del lugar llevándose también la moto del septuagenario.
Así las cosas los hombres de Homicidios montaron una discreta vigilancia en el lugar, la que dio sus frutos ayer cuando interceptaron a uno de los imputados.
Se trata del muchacho de 28 años, (un tal “Moneda”) el que fue detenido y puesto a disposición de la fiscalía en turno.
Por su parte el menor también permanece detenido alojado en dependencias de la sección Asuntos Juveniles.




