La madre de Griselda Correa contó cómo fue ejecutada

Juliano Salierno
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Se llama Susana Beatriz Montes, tiene 46 años y es madre de Griselda Correa -quien fue asesinada el 20 de agosto de 2013 en su casa del barrio Entrada Norte, ubicado al noroeste de la ciudad, casi en el límite con Recreo-, y de otros cuatro hijos más.

Fue la primera testigo en el juicio oral y público que comenzó hoy por el femicidio de Griselda Noemí Correa y acusó sin vueltas a Cristian “Gusano” Vera, que desde una sala contigua escuchó inconmovible el testimonio desgarrador de la madre de su ex pareja.

“Mamá, mamá, me quitó mi bebé”, fueron las últimas palabras que pronunció Griselda, antes de que una andanada de disparos la dejara tendida en el piso de la casa de su madre, en la calle Diez de Andino al 6700.

Susana le respondió que “él es el padre, te la va a devolver”, pero el diálogo fue interrumpido por las balas, que como dijo uno de los vecinos, fue como si se hubiera gastado un cargador entero.

El remate

“En eso miro que entra con el arma en la mano, le pega dos tiros por la espalda y mi hija da una vuelta en el aire”, relató la mujer con voz entrecortada y desbordada de lágrimas. En medio de la desesperación Susana Montes cubrió a su hija de 26 años con un toallón y ve a Vera regresar con el arma empuñada, “la segunda vez me apunta a mi”, pero “mi hija mueve la cabeza y le pega tres tiros más”, cuando ya estaba inerte.

Palabras más, palabras menos, fue un testimonio crudo y difícil de digerir para el público que colmaba la sala, que acompañó con silencio el descarnado relato que incluyó acusaciones por violencia de género, amenazas a familiares y hasta tráfico de drogas y proxenetismo que recayeron en la figura del imputado.

Griselda Correa, madre de una pequeña de 9 meses producto de su relación con Vera, se había ido de la casa que ambos compartían en el barrio Cabal apenas cuatro días antes de que la ejecutaran, y buscado refugio en Santo Tomé, en lo de una cuñada.

Según la testigo, su hija fue a hacer una denuncia el 19 de agosto de 2013, 24 horas antes del crimen. En la comisaría 15ª de Santo Tomé “nos dijeron que no nos servía de nada hacer la denuncia”, acusó.

Amenazados

Ante la insistencia, ese mismo día pero en una segunda oportunidad la policía le recibió la declaración y la remitieron a la comisaría 1ª de Santa Fe para que fuera examinada por una golpiza recibida días anteriores y que ocasionó su huida. La madre tampoco se explica cómo se enteró Vera de que Griselda estaba en la comisaría céntrica, pero todo indica que fue él quien la trasladó desde la seccional hasta la casa de su madre, previo al incidente fatal.

Montes fue consultada por si recibió amenazas, antes y después del crimen de su hija. La mujer reconoció que Vera le dijo “ojo con dar la cana” y que en tal caso también iba a matar a las hermanitas de Griselda, que entonces tenían 7 y 12 años. También se refirió a llamados telefónicos durante el día del asesinato, pero también al día siguiente cuando la estaban velando.

Pero lo que más llamó la atención fue cuando contó que recibió “ofertas”, dijo en referencia a que desde el entorno de Vera le ofrecieron “dinero, vehículo, casa” para que no declare en su contra.

Alegato de apertura

El juicio por el crimen de Griselda Correa está a cargo del tribunal unipersonal que encabeza el juez Cristian Fiz. Las audiencias comenzaron hoy con el alegato de apertura, en que las partes adelantaron lo que pedirán durante el juicio.

La fiscal N° 4, Estela López Bustos y los abogados de la querella, Zulema Rivera y Federico Lombardo -por el Centro de Asistencia Judicial-, coincidieron en que pedirán prisión perpetua para Vera, considerado autor del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por la alevosía y por haber mantenido una relación de pareja”.

La defensa la ejercen los abogados particulares Juan José Patiño y Rodolfo De Aguirre, para quienes Vera “no participó de la muerte de Correa”. “Esta parte va a demostrar que Vera no se encontraba en el lugar y que los testigos de la fiscalía y la querella acusan maliciosamente a nuestro representado”, dijeron.

Testigos

Durante la primera jornada de debate pasaron frente a los estrados judiciales Susana Montes, madre de la víctima; un vecino que trasladó a Correa en su auto particular hasta el hospital Mira y López; los hermanos de Griselda Correa, Sandro y Franco Landriel, los cuales confirmaron el relato de su madre; y la hermana de Vera, Fabiana Daniela Vera, que evitó de manera deliberada comprometer a su hermano preso.

El debate pasó a un cuarto intermedio hasta este amrtes, cuando el tribunal continuará escuchando a los testigos que fueron citados para el juicio.