Danilo Chiapello
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Robaron en la panadería Novo Nonino. A pocas cuadras, la policía detuvo a dos sujetos con las cosas sustraídas.

Danilo Chiapello
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El teléfono sonó a las 4 de mañana. Mala señal... seguro. Al otro lado de la línea un empleado de la panadería Novo Nonino que avisaba: “Hay un patrullero estacionado en la puerta del negocio. Entraron a robar. Piden que algún responsable de la firma se haga presente”.
La desagradable “novedad” le quitó de golpe la fiaca a Guido (el encargado del comercio) quien dio por terminado su descanso y salió presuroso hacia la panadería ubicada en Rivadavia 6600, esto es, en el corazón de barrio Villa María Selva.
* “Ni bien llegué veo que habían forzado el blindex de entrada. Lo habían ‘palanqueado’ hasta que le hicieron saltar la traba. Una vez adentro los tipos se llevaron una balanza; la caja registradora y un canasto de mimbre con productos de panadería”, señaló en diálogo con El Litoral.
Advertidos de lo ocurrido en el comercio se dispuso intensificar los patrullajes por la zona, tarea que le fue encomendada a los agentes de la seccional 5ª (interviene por jurisdicción) junto a su pares del Comando Radioeléctrico.
Como consecuencia de esta labor, la incursión de los delincuentes resultó de corto aliento porque a las pocas cuadras un móvil policial interceptó a los sospechosos en plena calle.
Fue en la esquina de Las Heras y Hernandarias donde los uniformados ubicaron a dos individuos con los elementos sacados de la panadería.

Interrogados por los actuantes, los implicados (de 19 y 22 años) dieron versiones distintas de lo sucedido. Uno dijo que encontraron las cosas tiradas frente a la panadería. El otro sostuvo que se las habían dado los empleados.
Las respuestas de los sujetos no convencieron a los oficiales que los trasladaron en calidad de detenidos hasta la seccional. Lo acontecido fue comunicado al fiscal en turno quien dispuso que se los identifique por el delito de “robo”.
Por último, consultado sobre la situación del barrio, Guido explicó que “acá los empleados entran muy temprano y en la madrugada siempre se ven muchas cosas... pasa de todo. Nos enteramos de robos en la calle y también en algunas propiedades. Pero nosotros por suerte, nos veníamos salvando. Y ahora si bien nos ‘tocó’, es algo que terminó bien porque se recuperaron las cosas”, cerró.