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La policía lo detuvo la semana pasada luego de que vecinos denunciaran haber escuchado ruidos en los techos. En su primera versión dijo que había salido a comprar cigarrillos y que lo perseguían porque estaba “con la condicional”.

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La jueza penal en feria, Susana Luna, dictó este martes la prisión preventiva para Félix Alberto Pérez, un presidiario de 37 años que estando en libertad condicional fue nuevamente apresado la semana pasada, por intentar robar una hidrolavadora de una casa del barrio Guadalupe Oeste. Si bien se trata de un delito menor -hurto calificado por escalamiento en grado de tentativa-, la fiscal María Laura Martí, argumentó su detención en base a “los antecedentes condenatorios” del imputado (se encontraba cumpliendo una sentencia de 11 años por “homicidio calificado por uso de arma de fuego”), situación que atenta de manera palmaria contra los riesgos procesales que prevé la ley.
El miércoles pasado, un móvil de la Brigada Operativa de Prevención Policial interceptó a Pérez en inmediaciones de Dorrego al 7.400, donde minutos antes dos vecinos se comunicaron con el 911 para denunciar que habían escuchado pasos sobre los techos. Los uniformados chequearon a Pérez, que apenas si llevaba una billetera con $ 22 y un carné en el que consta que se encuentra “con la condicional”. Como no estaba armado y no llevaba nada que les permitiera inferir que había cometido un delito, lo estaban por dejar ir cuando uno de los vecinos avisó a los policías que era justamente esa persona la que vio bajar de los techos de su casa.
En el lugar se montó un importante procedimiento, al que acudieron otros 6 móviles policiales, porque los vecinos aseguraban que eran dos los asaltantes, uno de los cuales logró escapar por los fondos de una vivienda.
Cigarrillos y helado
En su defensa, Pérez inventó una cohartada en la que dijo haber salido de su casa -en Azcuénaga al 1.200- a comprar cigarrillos y que como no pudieron dar con los verdaderos responsables lo apresaron a él porque tenía una condena. “Ahora te la vamos a hacer comer a vos”, le habrían dicho en la Seccional 8va. donde fue trasladado.
La duda era razonable en cuanto a la posibilidad de que Pérez haya estado, circunstancialmente, en el momento y el lugar equivocados. Sin embargo, cuando le preguntaron a su mujer dónde estaba él ese día a las 2 de la mañana, lejos de confirmar su versión, inventó otra, contradiciéndolo.
La pareja explicó que Pérez había salido a comprar helado para su hijo y para terminar de desacreditarlo agregó que llevaba $ 120, suma de dinero que no aparece en el acta de secuestro de sus pertenencias. Una vez oída esa declaración, el propio Pérez trató de enmendar la contradicción y agregó que era cierto, que también había ido a comprar helado a una Grido de la avenida General Paz, pero a esa altura, su explicación sobre qué hacía en el lugar, se había tornado a todas luces inverosímil.
Encubrimiento
Como si fuera poco, previo a tratarse la medida cautelar, la fiscal Martí formuló una ampliación de atribución imputativa para Pérez, por un nuevo hecho. En este caso, se lo acusó por el delito de “encubrimiento” por un robo ocurrido el 16 de diciembre del año pasado y por el cual la PDI le allanó la casa seis días después -22 de diciembre- donde fueron secuestrados los artículos sustraídos.
La fiscal Martí atribuyó el delito junto con su pareja, Emilce Santa Cruz, por “haber adquirido de persona que no ha sido identificada” una serie de artículos que luego aparecieron en su casa de barrio Guadalupe Oeste. Entre lo robado figuraba un equipo electrógeno, artículos para instalaciones eléctricas, una bolsa con carne y otra con pollos, todo ello sustraído de un depósito de Padre Genesio al 1200.
Asimismo, la fiscal Martí anunció que el mismo martes, previo a la audiencia de ampliación, presentó la requisitoria de elevación a juicio, en la que adelantó que pedirá 6 años de cárcel para Pérez por los nuevos delitos.
La defensa
Por su parte, la defensa del reo, a cargo de los abogados Mauricio Frois (h.) y Luciana Chiavarini, planteó su oposición al pedido de prisión preventiva de la fiscalía; e incluso puso en duda que su cliente fuera quien intentó sustraer la hidrolavadora, puesto que la máquina había quedado dentro de los límites de la casa, detrás de un tapial de 2,30 metros. Es más, “aún tomando por cierto lo que dice la fiscalía (que estaba sobre los techos), ¿cómo supone que quería llevarse la hidrolavadora?”, se preguntó la defensa. A su criterio, la fiscalía construyó la trama delictiva atribuida a Pérez en base a deducciones y no a elementos de convicción suficientes.
Asimismo, y en caso de que fuera tenida en cuenta la acusación del MPA, los defensores propusieron la aplicación de medidas alternativas a la prisión preventiva, en las que Pérez debía presentarse una vez por semana ante las autoridades, quedaría al cuidado de su hermana y fijaría nuevo domicilio en su casa, en calle Sarmiento al 8000; medidas que luego fueron rechazadas por la jueza Luna, que destacó la “alta calidad” de la evidencia producida por la fiscalía y tras controlar los requisitos legales convirtió la detención en prisión preventiva para Pérez.
Paliza y cárcel
También este martes, el juez en lo penal Jorge Patrizi, convirtió en prisión preventiva la detención de Ángel Alejandro Blasi, un joven de 24 años que fue detenido la semana pasada cuando intentó llevarse una bicicleta, sin percatarse de que su dueño estaba apenas a unos metros. Como resultado, recibió una feroz golpiza y ahora quedó tras las rejas porque ya tenía una una condena.
Blasi fue imputado el viernes pasado por el fiscal Estanislao Giavedoni, quien le atribuyó la autoría del delito de “hurto calificado” en grado de tentativa por tratarse de un vehículo dejado en la vía pública, ocurrido en los primeros minutos del jueves 18 de enero en calle Cervera al 7000.
El fiscal Giavedoni, destacó en la audiencia que si bien se trataba de un hecho menor, Blasi tenía una condena a 3 años de prisión, como partícipe secundario de un robo calificado con empleo de arma de fuego, que vence el 21 de agosto próximo.
Blasi fue condenado el 29 de octubre de 2015 y recuperó la libertad bajo “régimen de libertad condicional” el 20 de abril de 2016.