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El tribunal condenó por unanimidad y con la pena máxima a Horacio “Escalera” García, por el homicidio doblemente calificado cometido contra Iván Parra, el 12 de diciembre de 2015.

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Tomados de las manos y con la respiración contenida, los familiares de Iván Parra escucharon la sentencia en la que su asesino fue condenado por unanimidad y a la pena máxima, por el tribunal pluripersonal que conformaron los jueces Susana Luna -presidente-, Jorge Patrizi y Nicolás Falkenberg.
Se abrazaron y lloraron en silencio, mientras en un rincón de la Sala N° 1 del subsuelo de tribunales, la madre de Horacio Oscar García -el acusado- y dos mujeres más, quedaron masticando la bronca de haber recibido la peor de las condenas.
García, quien paradójicamente lleva el apodo de “Escalera” (justamente en una “escalera” asesinó a Parra), había negado durante el juicio ser el autor del disparo letal, sin embargo los testigos y las circunstancias del caso despejaron las dudas del tribunal en torno a su responsabilidad.
Habría sido “un incidente nimio que tenía que ver con quién salía en una foto que iban a tomar” -según manifestaron los fiscales Jorge Nessier y Gonzalo Iglesias- lo que desencadenó el ataque, aquel 12 de diciembre de 2015 en la manzana 6 del Fonavi San Jerónimo.
Por una foto
Víctima y victimario compartieron, desde la noche anterior y durante toda la madrugada de ese sábado, una reunión en uno de los departamentos del segundo piso, donde hubo música a todo volumen y consumo de alcohol y drogas, tal como reconocieron los testigos.
Antes de las 8 de la mañana se produjo una discusión irrelevante, sobre quien salía y quien no en una foto y eso generó el encono de García, que salió del departamento, buscó un arma de fuego y regresó para ajusticiar a quien supuestamente pretendió marginarlo.
Desde el corazón de la manzana 6 García llamó a Parra con la excusa de invitarlo a tomar una cerveza y éste accedió sin imaginarse lo que le esperaba. Apenas pisó los últimos peldaños de la escalera N° 11 del Fonavi, García, que estaba sobre su moto listo para la fuga, le efectuó un certero disparo que le impactó en la ingle del lado izquierdo.
Desangrado
Parra trató de subir en busca de ayuda, pero alcanzó a llegar al descanso de la escalera, donde cayó rendido y murió desangrado.
Tras la detonación “se cortó la música” y “no se escucharon gritos, ni nada”, dijo uno de los policías que esa noche se encontraba de guardia en la Subcomisaría 1ra. del barrio Centenario, cuyo fondo está casi pegado al lugar donde ocurrió el crimen. Asimismo, tardaron en descubrir lo que había sucedido. Por desidia o inoperancia, los uniformados que comparten el edificio con los vecinos de la manzana 6, ni siquiera recorrieron el patio central para preguntar qué había pasado, a pesar de que el disparo todavía les retumbaba en los oídos.
Pero los llamados al 911 y la alerta de otros vecinos que insistieron en que miraran bien en la escalera 11 permitió hallar al muchacho que a esa altura ya no tenía signos vitales.
Por alevosía
El juicio comenzó este martes con los alegatos de apertura, las declaraciones de testigos y la realización de una inspección ocular en el lugar del hecho. El jueves por la mañana fue el turno de los alegatos finales, donde los fiscales Iglesias y Nessier pidieron que se lo condene a García a 24 años de prisión por el delito de “homicidio calificado por el uso de arma de fuego”.
Por su parte, los abogados Federico Lombardi y Agustín Roubineau del Centro de Asistencia Judicial (CAJ), quienes representan a la madre de la víctima como querellantes, reclamaron la imposición de perpetua por “homicidio agravado por alevosía y calificado por el empleo de arma de fuego” y como alternativa, la aplicación de una pena de 28 años.
Mientras tanto el defensor particular, Claudio Torres del Sel, pidió la absolución para su pupilo, al sostener que no había sido el autor del crimen.
Una vez escuchadas las partes, el tribunal difirió para este viernes a las 9 de la mañana la lectura de la sentencia, que terminó por darle la razón a la querella al hacer lugar al agravante de la “alevosía”, y por unanimidad lo condenó a perpetua. Además, García fue declarado “reincidente”.