Danilo Chiapello
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Primero asaltaron a una empleada. Luego les robaron una camioneta de reparto. El vehículo fue hallado esta mañana. Tenía sus patentes adulteradas.

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“En su voz se le nota una mezcla de bronca y amargura a Andrea Grimaldi. Y tiene razón. El día de ayer fue uno de esos que cualquiera quiere pasar al olvido rápidamente.
Ayer, con pocas horas de diferencia entre uno y otro, dos golpes delictivos volvieron a sacudir a las panaderías Santa Catalina.
A primera hora una empleada de la sucursal de San Jerónimo y Corrientes se tuvo que enfrentar con un malviviente que le quiso robar el dinero de la caja. Y al mediodía les robaron una camioneta que utilizan para hacer el reparto. Demasiado. “La situación no mejora para nada. Estamos complicados en muchos aspectos y encima siguen pasando estas cosas”, dice Andrea en diálogo con El Litoral .
Lo del centro ocurrió ni bien la empleada abrió el negocio. Entró un muchacho a comprar y cuando fue atendido se despachó ordenando que le den la plata. La chica reaccionó y comenzó a pedir auxilio a los gritos a los demás compañeros que estaban haciendo pastas. Entonces el delincuente escapó a la carrera.
Por suerte, todo terminó bien, pero uno nunca sabe cómo pueden seguir los hechos.
Robo express
Después, cerca del mediodía, mi padre vino con una camioneta Fiorino, de color blanco, hasta la sucursal que tenemos en Aristóbulo del Valle al 4300. Bajó un momento para hacer unos trámites y la dejó abierta y con las llaves puestas.
Cuando salió, un minuto después, vio que la camioneta se estaba yendo con un desconocido que la manejaba. De inmediato dimos aviso a la policía.
Pasamos una noche de terror pensando en qué vamos a hacer. Pero bueno, hoy a la mañana nos avisaron que recuperaron la Fiorino.
El mérito fue de los agentes del Comando Radioeléctrico. Los uniformados realizaban un chequeo de control en Boneo y Urquiza cuando dieron con el vehículo en cuestión.
Al mando del rodado se encontraba un joven de 25 años, que no supo explicar la situación. Además las chapas patentes de la camioneta habían sido adulteradas.
Como es de rigor se dispuso la detención del muchacho y se trasladó todo el procedimiento a la sección Automotores, de la Unidad Regional I.
Hay que seguir
“La amargura todavía permanece porque ya son demasiados tragos amargos. Prácticamente todas las semanas sufrimos hechos delictivos. O te rompen un blíndex; o te roban las balanzas; o el dinero de la caja o te golpean una empleada.
“Yo veo que la situación no mejora para nada. Estamos muy complicados en todos los aspectos. Y este tipo de cosas uno siente que te tiran para atrás.
Por suerte el tema de la camioneta se resolvió bien. Quiero destacar el trabajo que hizo la policía porque en verdad fue excelente. Se movieron rápido y fijate que la encontraron enseguida. Mi gran temor era que la encontremos destruida.
Igualmente no puedo decir ‘no trabajo más’. Yo vivo de esto al igual que mi familia. Y somos un montón de familias que viven de esta actividad. Entonces hay que sacar fuerzas de donde sea. Pero lo único que pedimos es que podamos trabajar con un mínimo margen de tranquilidad. Hace mucho que no puedo ni pensar en alguna estrategia comercial porque estamos dedicados a la seguridad”, culminó.