El sentido común sugiere que algunos espacios que brindan apoyo y acompañan el crecimiento de un barrio gocen del respeto por parte de los amigos de lo ajeno.
No siempre es el caso y con frecuencia vemos cómo escuelas, comedores escolares, iglesias e instituciones que se dedican al bien público son objeto de ataques por parte de vándalos o delincuentes.
Esta vez le tocó al obrador que funciona en calle Mendoza al 4200 del barrio Santa Rosa de Lima.
Este martes por la mañana, cuando los trabajadores que allí buscan una salida laboral y el aprendizaje de un oficio se disponían a iniciar su jornada, descubrieron que la reja de una ventana presentaba signos claros de violencia.
Al ingresar al lugar el panorama resultó desolador. Alguien había ingresado al predio durante la noche y se había llevado una importante cantidad de herramientas y elementos que allí se utilizan para la producción de materias que luego se aprovechan para la construcción de desagues pluviales en el barrio.
Tras el inventario enconntraron la faltante de dos tijeras cortaperno, una mochila pulverizadora, siete tenazas, cuatro masas de goma, dos llaves ajustables de 12", cuatro llaves tubos de 14, diez baldes de albañil, un compresor, dos masas, tres martillos sacaclavos, tornillos, tres palas anchas, un motor de aparejo de 500kg y ocho cucharas de albañil.
Más allá de lo inexplicable de cualquier acto de violencia de este tenor aquí resulta llamativo que sea objeto de ataque un edificio que otorga a 11 familias del barrio Santa Rosa de Lima y Villa Oculta, una salida laboral y una oportunidad de capacitación.
Desde la ONG Canoa, Sandra Gallo aseguró que no hay testigos que puedan relatar lo sucedido y que no hay pistas firmes sobre quién o quiénes serían los responsables del robo.
Lo que es de destacar es que quienes trabajan en el obrador son hombres y mujeres del mismo barrio que producen elementos que luego son aprovechados por los mismos vecinos en obras de desagüe.
Ayer, luego de reponerse de la triste noticia vivieron una jornada de capacitación. Hoy con las herramientas que los ladrones no se llevaron más lo que cada uno aporta de su casa pudieron retomar algunas de las tareas habituales.






