En veloz retirada los matadores de Suppo dejaron sus huellas

José Luis Pagés

Fuentes allegadas a los investigadores del caso Suppo dijeron que estos se muestran optimistas por cuanto creen que están pisando los talones de los individuos que, según los rastros que dejaron en su veloz retirada, dieron muerte a la víctima, apuñalándola salvajemente.

Silvia Suppo, -asesinada el lunes en pleno centro de Rafaela- era una mujer de 51 años que sobrevivió a la tortura y que, durante la última dictadura militar, sufrió otras desgracias tremendas, como perder a su novio adolescente, Reinaldo Hattemer, cuando ella apenas tenía 17 años de edad.

La mujer cuyo hermano logró escapar del cautiverio y salió del país con ayuda de la Iglesia, fue testigo en la denominada causa Brusa -juicio que concluyó con severas condenas para todos los imputados- y también lo iba a ser en otras causas que instruye la Justicia federal, también por delitos de lesa humanidad.

Dichas circunstancias despertaron suspicacias y permitieron tejer las más variadas conjeturas acerca del móvil perseguido por los asesinos, al punto que el propio Gobierno de Santa Fe -ante la duda-, reclamó una investigación a fondo, tal como la vicegobernadora, Dra. Griselda Tessio, lo exigió públicamente.

Lo único cierto hasta el momento es que Silvia Suppo de Destefani cayó herida de muerte detrás del mostrador mientras en el comercio de su propiedad “Siempre cuero” y que, tras el aviso de una clienta ocasional, fue llevada a un centro médico, nosocomio al que ingresó aún con un hálito de vida y donde, sin decir palabra, dejaría de existir dos horas después.

Ahora la búsqueda de los sospechosos continúa en nuestra ciudad, pero no se descarta que se extienda a otros pueblos y localidades vecinas. Los buscados son dos individuos jóvenes que se domiciliaban, uno en Rafaela -barrio 2 de Abril- y otro en nuestra ciudad, en barrio San Agustín.

Los prófugos fueron identificados como R. Cóceres, (21) y R. Sosa, (18) más conocido éste último por el alias de Sosita. Ambos habrían sido reconocidos por testigos ocasionales cuando a la carrera, cargando con algunos bultos y con sus rostros semicubiertos por las capuchas de las camperas, pasaron frente a un establecimiento comercial.

La versión llegó a oídos de la policía y fue tenida en cuenta porque el paso furtivo de los sospechosos parecía unir la escena del crimen con la casa de Sosita y sobre todo, porque el pariente santafesino de aquel tiene rasgos físicos, por demás llamativos, lo que habría facilitado su inmediata identificación.

No obstante, cuando la policía irrumpió en la casa de Sosita éste ya no estaba. Había huido precipitadamente junto a su pariente santafesino para buscar refugio en una vivienda de San Agustín II, populosa barriada de nuestra ciudad situada al noroeste de la planta urbana.

En la casa de Sosita fue encontrada su compañera, quien fue invitada a concurrir a sede policial. También allí aparecieron algunos bienes sustraídos en el negocio de la víctima, entre otros, su teléfono celular.

Luego, una comisión policial que llegó a nuestra ciudad procedente de Rafaela allanó la casa materna de Cóceres. Allí tampoco estaban los buscados, pero si fue encontrada la compañera de aquel, también un pendiente que Silvia Suppo llevaba al cuello al momento del ataque, una alhaja que posteriormente habría sido reconocida por sus familiares.

Así estaba planteada la situación esta mañana. Al cierre de esta edición no habían surgido otras novedades relacionadas con la pesquisa. La policía sigue investigando lo ocurrido como un homicidio cometido en ocasión de robo, sin embargo será recién con la captura de los principales sospechosos que se podrá avanzar sobre la intención que ambos perseguían cuando irrumpieron en el negocio de Silvia Suppo.

Si fueron a robar, o a cumplir un mandato. Si Sosita uso el cuchillo, como en otras oportunidades lo hizo. Si la víctima del atraco ofreció resistencia y fue cruelmente acallada. Si Sosita junto a Cóceres cumplió con un encargo de terceros y se cobró con el botín conquistado, o si acaso ambos actuaron obnubilados por la droga y el alcohol.

Estos y otros interrogantes habrá de despejar la Justicia, pero para ello será necesario que Sosita y su llamativo pariente, sean atrapados, cuanto antes por la policía santafesina.