El vicepresidente segundo de Independiente, Claudio Keblaitis, presentó la renuncia a su cargo unos días después de ser amenazado de muerte en medio de la lucha que encabeza la dirigencia del club por erradicar a la barrabrava, pero finalmente aceptó tomarse una licencia para meditar su decisión.
Keblaitis había sido amenazado a través de una carta anónima, que recibió dos viernes atrás, simultáneamente con la amenaza de bomba al instituto educativo del club.
"No hay nada que me convenza para seguir, no tuve ninguna resolución ni algún camino que me haga cambiar de opinión. No hay vuelta atrás, perdí la lucha. Es mi gran fracaso, estoy destruido", dijo el directivo en La Visera, el programa partidario del equipo de Avellaneda que transmite radio Gama.
Pero luego la Comisión Directiva de Independiente, encabezada por el presidente Javier Cantero, lo convenció y Keblaitis se tomará una licencia tras la cual definirá su situación.
"Keblaitis quiso renunciar por todo esto que está pasando, pero pudimos convencerlo y se tomará una licencia para luego decidir", confió el presidente Cantero al programa Planeta 910 de radio La Red.
Cuando dio a conocer la amenaza, Keblaitis había dicho: "Siento temor, más que nada por mi familia", pero, a la vez, afirmó que no se iba a rendir.
"El texto (de la amenaza) era bastante fuerte, conminándome a que ponga la plata. No sé qué plata puede poner un trabajador", había dicho en esa ocasión. Y agregó: "Es parte de esta acción intimidante que empezaron hace un tiempo y no sabemos cómo va a terminar. Se mueven con total impunidad dentro del anonimato y la cobardía que les da ese anonimato".
En esa ocasión, Keblaitis dijo que esperaba que el apoyo prometido por las autoridades "sea más que palabras".
Y como en su opinión "no fueron más que palabras", en las últimas horas intentó dejar su cargo, pero finalmente fue convencido por sus colegas para que sólo se tome una licencia.
Fuente: DyN






