Aguas termales: turismo y salud

El turismo salud es una actividad que aprovecha las diferentes fuentes termo-minero-medicinales y sus derivados (aguas, peloides y algas), con la posibilidad de combinarlos con el sol y el clima; a través de diversas técnicas de aplicación al ritmo, intensidad, duración y frecuencias establecidas por un médico; con fines curativos, preventivos y de rehabilitación en pos de mejorar la calidad de vida del turista.

Dentro de estas propuestas, no sólo se considera a los centros termales, sino también a aquellos establecimientos que utilizan el agua de mar para tratamientos. A éstos se los denomina Centros de Talasoterapia, que consiste en la utilización de los diferentes recursos marinos (aguas, algas, lodos y clima) aplicados con fines terapéuticos y preventivos en beneficio de la salud y calidad de vida.

El turismo termal es apto tanto para personas sanas que necesitan relax, como para personas que presentan síntomas de diversas afecciones, tales como problemas respiratorios, enfermedades de la piel, trastornos del aparato locomotor, circulatorio, digestivo y tratamientos estéticos.

Los baños termales, desde hace algunos años, están reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un método válido de tratamiento. En nuestro país las aguas termales están clasificadas de acuerdo con estudios físico-químicos realizados por el Instituto Nacional de Ciencia y Técnicas Hídricas (INCyTH).

No se aconseja tomar baños termales cuando existe una enfermedad en período agudo, se sufre de hipertensión no controlada, o para las personas con neoplasias.

BENEFICIOS

De acuerdo con las características físico-químicas de las aguas termales algunos centros son los más apropiados para tratar una determinada enfermedad. Ello no implica, al mismo tiempo, que existen muchos centros termales aptos para tratar una amplia gama de dolencias, como así también hay otros que se especializan en determinadas afecciones, no solo por sus aguas, sino fundamentalmente por sus equipos y el personal altamente calificado para ese tipo de enfermedad.

Por esa razón, al clasificar los centros termales de acuerdo con sus usos terapéuticos se encuentran centros que tratan casi todas las enfermedades, otros que abordan algunas y otros -los menos- que tratan solamente una o dos afecciones.

Para poder clasificarlos se han tenido en cuenta las principales enfermedades que tratan, agrupándolas según las funciones del cuerpo humano que afectan, quedando así agrupadas en estos siete grandes grupos: aparato circulatorio, aparato digestivo, aparato locomotor, aparato respiratorio, piel, relax y estética.

ALGUNAS PROPUESTAS

- Chajarí (Entre Ríos): La cercanía del embalse Salto Grande, la tranquilidad de un entorno de puro verde y la historia centenaria de aquellos primeros inmigrantes que legaron la puja por crecer y progresar, hoy se palpa en las florecientes industrias de Chajarí. Al pasar por esta ciudad y observar el contraste de las quintas, los sembradíos y los diferentes verdes de los parques exuberantes, se experimenta la sensación de emprender un tranquilo paseo y, a la vez, iniciar una fantástica aventura.

Sus aguas termales se identifican como mesotermales, bicarbonatadas-cloruradas-sódicas y neutras a levemente alcalinas. Su temperatura es de 38º.

Su ingesta favorece al aparato digestivo en el tratamiento de gastritis primitivas y dispepsias. Los baños de inmersión entre 30º C y 34º C son estimulantes y aptos para el tratamiento de afecciones del aparato circulatorio; entre 35ºC y 37º C son sedantes; y a temperaturas más elevadas favorecen al aparato locomotor y ayudan a combatir las contracciones e hipertonía muscular, reumatismo crónico degenerativo, espondilartritis reumática y artrosis. Sobre la piel actúa como anti-inflamatorio y antiflogística, y en afecciones cutáneas como eczemas crónicos secos y linquenificados. A su vez, están contraindicadas para casos de úlceras gástricas, cardiopatías descompensadas, hipertensión severa, nefritis, procesos asmáticos en crisis, tuberculosis, distintos tipos de tumores y cáncer.

El parque termal cuenta con seis piletas con temperaturas de 37ºC a 40ºC, una pileta para niños, dos piletas cubiertas (una con hidrojet e iluminación subacuática), una pileta de natación semi-olímpica con temperatura de 32ºC y jacuzzi en los sectores laterales.

- Cacheuta (Mendoza): La zona de Cacheuta estuvo habitada por tribus huarpes. Las termas fueron incorporadas al territorio dominado por los incas, utilizadas desde tiempos pre-hispánicos y denominadas “Baños de la Punta del Río” por los conquistadores españoles. Las numerosas fuentes de agua que afloran allí, hacen del la zona uno de los destinos principales del turismo salud.

El agua de estas termas es cloruro sulfatada cálcica, y tiene una temperatura de 45º C a 50º C.

Se puede aprovechar en distintas técnicas: balneoterapia, piscina al aire libre, baños de inmersión, baño de chorro, duchas, fangoterapia al aire libre, cabinas de vapor, masoterapia, climatoterapia y gimnasia. Su uso terapéutico es ideal para el aparato respiratorio, locomotor, afecciones de la piel, relax y estética. Los baños están contraindicados para mujeres embarazadas o en proceso de lactancia, al igual que los niños menores de 14 años.

El complejo cuenta con dos piscinas de agua termal (una para adultos y una para niños), una piscina con olas, una playa de arena, jacuzzi, hidromasajes individuales o colectivos y piscinas techadas. Además ofrece ducha escocesa y baños de vapor (gruta natural subterránea con vapor de agua termal), fango termal, masajes, aromaterapia, digitopuntura, reflexología y tratamientos de belleza.

- Río Hondo (Santiago del Estero): Conocidas antiguamente con el nombre de Yacu-Rupaj (aguas calientes milagrosas), las termas fueron utilizadas desde la época prehispánica por los Incas. La actividad turística en estas termas comienza a manifestarse a fines del siglo XIX, con la construcción del primer establecimiento de alojamiento en 1884. En 1932 por iniciativa provincial se traza el ejido del pueblo, que constituye hoy el centro de la ciudad. En septiembre de 1954 las Termas de Río Hondo fueron declaradas municipio, y en diciembre de 1956 se las reconoce como ciudad. Con el tiempo, el complejo se ha desarrollado y convertido en un importante y reconocido centro termal.

Estas aguas termales son alcalinas, bicarbonatadas, clorosulfatadas, ferruginosas; de mineralización media o débil, contienen pequeñas cantidades de hierro, sodio, yodo, arsénico, flúor, bromo, que se hallan en estado iónico (carga de energía eléctrica) y que les confiere una gran fuerza de penetración y difusión en todo el organismo. Las propiedades radiactivas tienen fundamental importancia. Su temperatura va desde los 30º C a 65º C. La técnica aplicada para su utilización son los baños de inmersión.

La acción termomineralizadora de estas aguas actúa directamente en afecciones reumáticas, cardiovasculares, arteriosclerosis, procesos metabólicos en general, el sistema muscular y articular, y como fuente de energía anti-stress. Están contraindicadas en personas que tienen insuficiencia cardiaca, hipertensión, tuberculosis, cáncer y tumores malignos, así como afecciones hepáticas y renales.

Además, la ciudad dispone de un Centro Médico de Orientación Termal con programas neurológicos, antirreumáticos, circulatorios, dermatológicos, de estética y belleza. Se ofrecen tratamientos con agua mineromedicinal, baños de inmersión, gimnasia y kinesioterapia acuática, masajes, mecanoterapia, fangoterapia y gimnasia terapéutica.