Se construyó en una antigua fábrica de cerámica heredada de su padre, localizada en el barrio Várzea, a unos 20 minutos en coche del centro de la ciudad. Hay más de 2.000 obras expuestas, muchas al aire libre, componiendo un escenario de tono surrealista con su arquitectura y jardines.
Una de sus mayores esculturas es la Columna de Cristal, expuesta frente al mar, cerca del marco cero de la ciudad, en el barrio de Recife Antiguo. Hecha de arcilla y bronce, tiene 32 metros de altura. Forma parte de un parque de esculturas, inaugurada en 2000, por motivo de la conmemoración de los 500 años del descubrimiento de Brasil.
El resultado de estos cinco siglos de historia es un país de proporciones continentales, con especificidades regionales fuertes que se alejan bastante de los estereotipos que se tienen, concentrados en Río de Janeiro, con su carnaval, playas, fútbol y favelas.





