Perdió en su cancha contra el equipo más deficiente del torneo
Se despidió de la peor manera
Sabía que tenía que ganar, y hacerlo por goleada para que, si Lanús vencía a Rosario Central (algo que finalmente ocurrió), pudiera tener chances de convertirse en finalista de la fase Complementación; pero Unión perdió 2 a 1 en el 15 de Abril ante el débil Patronato y le dijo adiós a esta mediocre Copa Diego Maradona.
Eduardo Edmundo Seval Autogol del pibe. Franco Calderón ya descolocó a Moyano y la pelota se introducirá en el arco para convertir el segundo gol de Patronato.
Toda la semana comentando que Unión, casi "inesperadamente", y aun con lo complicado que podría resultar, llegaba a la última fecha de la fase Complementación con chances de terminar como líder de la zona A y de esa manera jugar la final contra el ganador de la zona B.
¿Qué debía hacer el equipo rojiblanco? En principio ganar, no había otra alternativa. Pero no todo quedaba ahí, tenía que hacerlo por una buena cantidad de conversiones, dado que además debía esperar que Rosario Central (que llegaba puntero de la zona tres puntos arriba) sea derrotado por Lanús en la Fortaleza del sur de la ciudad de Buenos Aires.
Finalmente eso sucedió, ya que el Granate le ganó 2 a 0 y de esa forma le restó dos de los 6 goles que había de diferencia entre el Tate y el Canalla. Igualmente ya no vale la pena volverse locos sacando tantas cuentas.
¿Por qué? Porque al final Unión ni siquiera pudo ganar, también casi "inesperadamente", perdió en su cancha 2 a 1 ante el peor equipo del campeonato, que hacía 12 partidos que no ganaba, y 16 que no lo hacía de visitante.
Todo empezó al revés. Porque el que se puso en ventaja, y rápidamente, fue Patronato, y de la manera más estúpida, teniendo en cuenta cómo se trabaja desde hace varios años en este tipo de jugada.
A los 10 minutos de juego, llegó el corner aproximadamente al punto del penal y el defensor visitante Canto le ganó en el forcejeo al pibe Calderón para poner el 1-0 con un cabezazo de pique al suelo, inatajable para Moyano. Lo que necesitaba Unión lo lograba Patronato.
Por un momento parecía que podía enderezarse el partido, dado que tres minutos más tarde, tras un mal rechazo de la defensa visitante, Mauro Luna Diale tomó el rebote y con un potente remate cruzado de derecha que se metió abajo, cerca del caño derecho de Costa, le dio esperanzas al conjunto unionista.
El transitorio empate envalentonó al local, por eso "arrimó" un par de veces e inclusive pudo haberse puesto en ventaja si a los 22 min., un defensor de Patronato no se interponía con su cuerpo ante la volea de derecha de Troyansky, mandando la pelota al corner cuando el arquero visitante ya estaba virtualmente vencido.
Claro que solo fue un intento de empuje, sin demasiadas ideas futbolísticas. En general, como lo vino demostrando Unión a lo largo del certamen.
Esa irregularidad quedó evidenciada nuevamente este sábado en la avenida cuando a los 32 minutos, llegó el segundo gol de Patronato. Esta vez por un accidente, ya que el juvenil Franco Calderón desvió un centro desde la derecha enviado por Pastorelli con tanta mala suerte que al querer rechazar el balón con su pierna izquierda, descolocó a Moyano y la pelota se introdujo en su arco.
El primer tiempo terminó con Unión totalmente quebrado anímicamente, y para qué hablar desde el punto de vista futbolístico.
En el complemento, el "Vasco" Azconzábal intentó darle más profundidad a su equipo. Primero Carabajal, luego el "Cuqui" Márquez y el juvenil Machuca fueron las variantes ofensivas que el DT implementó para tratar de dar vuelta la historia, pero nada resultó.
Recién a los 25 minutos, mediante una falta de Gissi a Machuca dentro del área que Merlos ignoró, Unión pudo haber tenido la posibilidad de igualar.
O tres minutos después, cuando luego de una buena jugada por el medio, Márquez habilitó a Calderón, quien pudo darse vuelta y su disparo se fue por arriba del travesaño.
Increíblemente Unión parecía que se conformaba con lo que estaba haciendo. O por lo menos la imagen que mostraba era la de un equipo totalmente abatido, sin fuerzas, exhibiendo una gran tibieza en una típica tarde santafesina caliente.
Los minutos fueron transcurriendo sin que el Tate consiguiera hacer figura a Costa, el arquero de Patronato. Eso significa claramente que no llegó ni por asomo a merecer el necesitado triunfo. Por algo perdió, y contra el más endeble de los planteles del mediocre campeonato.
Seguramente Juan Manuel Azconzábal ya estará pensando en cómo mejorar la imagen que su equipo mostró durante toda la Copa Diego Maradona. Lo más sensato, sin olvidar lo mal que se hizo, es hacer borrón y cuanta nueva, para que no se repita una despedida de la peor manera...