Unión, como se sabe, es una de las tres instituciones del fútbol grande de la Argentina que no tiene entrenador desde la salida de Leonardo Carol Madelón. Antes de la pandemia, eran dos clubes sin timonel: el Tate y Central Córdoba de Santiago del Estero. En el medio del Covid-19 se sumó Godoy Cruz Antonio Tomba de Mendoza, que lo despidió a Mario Sciacqua estando el fútbol completamente “parado”. Cada día que pasa, la incertidumbre es mayor en cuanto al reemplazante de Leo en el banco tatengue.
En consecuencia, cada día que pasa el abanico lejos de cerrarse se abre cada vez más con nombres, nombres y más nombres. Es cierto que, en la opinión mayoritaria de ese “G-8”, los boletos son todos para el “Huevo” Sergio Rondina, pero también es real el deseo del actual entrenador del Viaducto: darle la prioridad para renovar a la Familia Grondona por una cuestión de agradecimiento.
Así las cosas, al no oficializarse el avance o no con Rondina, la lista de entrenadores que se ofrecen es cada vez más grande en Unión. Ahora, el que se sumó es Pedro Troglio, ex entrenador de Gimnasia de La Plata que está en Olimpia de Honduras y que pasó por equipos como Independiente, Argentinos Juniors, Godoy Cruz, Tigre, Universitario de Perú y Cerro Porteño de Paraguay.
Troglio, de buen desempeño reciente en Honduras, se suma a los llamados “nombres alternativos” por debajo de Rondina. En esa lista, por ejemplo, están el “Sapito” Coleoni, Claudio Vivas, Néstor “Pipo” Gorosito y el “Vasco” Juan Manuel Asconzábal.
Lo que parece estar claro, en el marco de esta economía de guerra en plena crisis, es que no hay demasiado apuro en Unión por pagar un salario millonario a un comando técnico hasta que no se sepa cuándo se pueda volver a entrenar.