“Nuestros hinchas no nos tiran bolsas con sangre, y nosotros no vamos a romper ninguna virgen”. Fue una de las frases que Nicolás Correa dijo tras el agónico empate frente a Tigre, sin dudas, la que más llamó la atención. Cuando se lo consultó sobre a quién estaban dedicadas sus palabras, el “Coto” evadió el interrogante de un modo elegante. También habló sobre lo futbolístico, pero fue un tema secundario.
Lógicamente, al escuchar estos dichos de parte de su jugador más querido, el hincha tatengue (o por lo menos la mayoría) habrá bancado aún más a su ídolo, pero ayer, el defensor uruguayo, hizo lo que tenía que hacer, pensó con la cabeza y no con el corazón. Razonó y recordó sus antecedentes positivos referidos a lo social y humano, más allá de los colores de las camisetas; y sobre todo, tuvo en cuenta el futuro.
Por eso se encargó de manifestar su arrepentimiento al medio que lo quiera contactar, recapacitando y rectificando lo manifestado el lunes: “Lamento mucho lo que dije, fue un momento de calentura, lo dije sin pensar. Sé que soy un referente de Unión, pero también soy un profesional, y como tal, tengo que pensar con la cabeza fría porque puedo herir a muchas personas que no lo merecen”.
“Aunque tenga un sentimiento muy profundo con Unión, les pido perdón a la gente que se sintió herida por lo que dije. Me equivoqué feo, si hubiese pensado un poquito, no lo hubiera dicho. La mayoría de la gente sabe como soy y cómo me manejo, por eso tengo que separar lo profesional de las cargadas que se pueden decir entre hinchas”, agregó Correa.
“Hasta la gente de Colón me ha reconocido por la calle y nunca tuve problemas, aunque sepan que amo a Unión a pesar de que hace sólo tres años que vivo en esta ciudad. Soy muy respetuoso y les aseguro que fue una declaración hecha en un momento de calentura, si hasta mi señora me c... a p... cuando terminé de decirlo. Metí la pata por sanguíneo y me arrepiento, por eso les pido disculpas y ojalá no sea tarde”, finalizó diciendo el “Coto”.




