De todos modos, la polémica estuvo a la orden del día entre los que aseguraban, a simple vista, que el jugador cordobés estaba en posición ilícita, y los que defendían la decisión del árbitro de convalidar la jugada.
La maniobra se inició con un remate violento de Saad desde afuera del área que pegó en el palo y dejó parado a Assef. El arquero tatengue se tuvo que correr para que el balón no rebotase e ingresara al arco, y el rebote fue al poder de Nadaya, que entró solo para empujarla al fondo del arco. Fue el gol de la victoria de Instituto, cuando todo Unión seguía protestando por la expulsión de Marcos Torres.





