Aguas Santafesinas avanza con una obra clave para mejorar el servicio de agua potable en el ingreso al barrio La Guardia, a la vera de la Ruta Nacional 168. El proyecto contempla la rehabilitación del histórico tanque elevado del paraje y la instalación de una nueva cisterna de 20.000 litros, con una inversión provincial superior a los 196 millones de pesos y un plazo de ejecución de seis meses. Más de 1.500 usuarios serán beneficiados con una mejora sustancial en la presión y regularidad del suministro.
En la costa
B° La Guardia: mejoran el servicio de agua a los vecinos
Aguas Santafesinas refuerza el abastecimiento con una nueva cisterna y la rehabilitación del tanque elevado. Las mejoras beneficiarán a unos 1.500 usuarios. Una intervención del Plan de Verano.
La obra -a cargo de S&D Obras y Servicios- tiene un avance del 50 por ciento, con un plazo de ejecución de 6 meses, por lo que debería estar finalizada a fines de febrero o principios de marzo.
La intervención forma parte del Plan Verano 2025/26, orientado a fortalecer la infraestructura hídrica en sectores donde la demanda se incrementa estacionalmente. “Buscamos mejorar la prestación del servicio, como lo venimos haciendo en diferentes frentes de trabajo en la ciudad de Santa Fe”, sostuvo la presidenta de ASSA, Renata Ghilotti.
Los trabajos, paso a paso
Este miércoles 10 se instaló la nueva cisterna construida en plástico reforzado con fibra de vidrio, montada sobre bases especialmente preparadas para garantizar su estabilidad. Paralelamente, se avanza en la construcción de una sala de bombas que permitirá elevar el agua desde la cisterna hacia el tanque existente, que será reacondicionado para optimizar su funcionamiento y la distribución hacia la red del barrio.
El proyecto incluye además la instalación de tableros eléctricos, sistemas de automatización para el control del bombeo, un depósito técnico y una sala de cloración que asegurará parámetros adecuados de potabilidad.
Un barrio con historia y un servicio que se fue consolidando
La Guardia es uno de los parajes más antiguos de la ciudad de Santa Fe, con un origen que se remonta a los primeros asentamientos vinculados a la defensa de la costa y a la actividad pesquera. Durante décadas, su forma de crecimiento —marcada por la dispersión poblacional, la cercanía al valle de inundación y la dependencia hidrográfica del Paraná— condicionó la provisión regular de servicios esenciales.
En materia de agua potable, el barrio atravesó históricamente períodos de abastecimiento precario, basados en pozos comunitarios, pequeñas bombas domiciliarias y redes parciales que dependían de la infraestructura central de la ciudad. El tanque elevado que hoy será rehabilitado fue, durante años, una de las pocas garantías de almacenamiento para estabilizar el servicio en momentos de baja presión o cortes programados.
Con el crecimiento sostenido del sector en las últimas dos décadas —favorecido por la conexión vial de la Ruta 168, la ampliación del puente Oroño y la consolidación de nuevos loteos— la demanda de agua se incrementó, volviendo imprescindible un refuerzo estructural de la red.
Infraestructura para un verano con mayor demanda
La obra en ejecución apunta a resolver uno de los principales desafíos del barrio: la variación estacional en la presión y el consumo, especialmente en los meses de mayor temperatura. Con la nueva cisterna y el reacondicionamiento del tanque elevado, ASSA busca garantizar reservas suficientes y un sistema de bombeo más eficiente para acompañar el crecimiento demográfico de La Guardia.
Cuando los trabajos concluyan, el barrio contará por primera vez con un esquema de almacenamiento y distribución acorde a su población actual, un paso clave en un territorio donde la infraestructura siempre debió adaptarse a la geografía costera y al avance continuo de la urbanización.
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