El arzobispo emérito de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, atraviesa un proceso de recuperación luego de permanecer internado durante casi tres semanas en una clínica de la localidad de Temperley, Buenos Aires, provincia donde reside desde hace algunos años. Así lo informó el actual arzobispo santafesino, monseñor Sergio Fenoy, quien brindó detalles sobre el estado de salud del prelado a la prensa.
"Él hace más o menos 20 días que está internado en Temperle. Hace unos años ya reside en el Cottolengo de Claypole. Ahí está muy bien, muy bien cuidado por los padres orionistas y con una enfermería muy buena", explicó Fenoy.
Según precisó, Arancedo fue sometido a una intervención quirúrgica gástrica programada que presentó complicaciones, lo que derivó en dos procedimientos menores posteriores. "Eso hizo que, quizás por la edad o la propia debilidad en que se encontraba, tuviera que ir a terapia intensiva. Estuvo una semana entubado también, con todos los riesgos que contrae ese procedimiento", señaló el arzobispo.
No obstante, destacó que en los últimos días hubo una evolución positiva: "Me han dicho ayer (por el jueves) que ya está en sala. No se alimenta todavía por sus propios medios, tiene sonda nasogástrica para alimentación, pero está mejorando de a poco, despacito; el cuadro clínico mejora".
Fenoy también se refirió al estado anímico de Arancedo. "Como toda persona que está internada, que no está en su casa y que tiene que estar acostada más en este tiempo de Navidad, pienso que anímicamente no se debe encontrar muy bien. Pero está mejorando, de a poco mejora su situación clínica", remarcó.
El arzobispo confirmó además que Arancedo se encuentra internado en la clínica Juncal, de Temperley, y subrayó el acompañamiento permanente que recibe. "Está muy asistido por su familia y por los padres orionitas, que son los responsables del Cottolengo de Claypole. Ellos lo están siguiendo día a día, hora a hora, así que está muy bien cuidado".
Finalmente, Fenoy agradeció las múltiples muestras de afecto y cercanía recibidas en estos días. "Quiero agradecer a tanta gente que ha preguntado, que se ha preocupado. Realmente mucho afecto ha encontrado y mucha preocupación en la gente; en los creyentes, la oración. Aprovecho la oportunidad para agradecer a todos el afecto que han manifestado por él en estos días", expresó.
Figura clave de la Iglesia santafesina
José María Arancedo, de 84 años, fue arzobispo de Santa Fe entre 2003 y 2018, cuando presentó su renuncia por edad. Durante su trayectoria tuvo un rol central en la Iglesia argentina: presidió la Conferencia Episcopal Argentina entre 2011 y 2017, período que abarcó el pontificado de Benedicto XVI y los primeros años del papa Francisco.
Ya en condición de emérito, continuó vinculado a la vida pastoral y eclesial, y es reconocido como una de las voces más respetadas de la Iglesia en la Argentina.
Asumió el cargo en la Iglesia santafesina en medio del escándalo y renuncia del ex arzobispo monseñor Edgardo Storni (ya fallecido) que fue denunciado por ex seminaristas, por lo que presentó su renuncia el 24 de setiembre de 2002, y lo sucedió de forma interina monseñor Blanchoud. Por ese entonces, Arancedo hizo un llamado a unificación de la Iglesia santafesina y la reconciliación.