Mientras la llamada ley ómnibus vuelve a foja cero, artistas y gestores de la cultura continúan movilizándose por la amenaza de la posible quita de subsidios provenientes de distintos organismos que ayudan a mantener viva a la cultura nacional.
Cultura en la mira
Las bibliotecas populares en peligro: el DNU de Milei como amenaza
Las idas y vueltas de la Ley Ómnibus mantienen en ascuas a sectores de la cultura que podrían verse afectados con la aprobación del proyecto o con la formulación de uno nuevo que mantenga la lógica de recorte extremo. ¿Qué pasará con el CONABIP y las bibliotecas populares?
El proyecto de ley de “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, junto al DNU 70/2023, proponen recortes significativos para el ámbito cultural, entre ellos, la desfinanciación de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP).
CONABIP es el ente que regula y subsidia bibliotecas de todo el país. Además de subsidios, ofrece capacitaciones, talleres, “bibliomóvil” y funciona como un impulsor de la literatura nacional e internacional.
La cultura sin fondos
En la ciudad de Santa Fe existen 14 bibliotecas populares que, a través de subsidios provenientes del municipio y de la cuota de sus afiliados, logran acercar a la sociedad santafesina un poco de literatura. Tres de ellas cuentan con el aporte del CONABIP.
Aunque el número suena a poco, la realidad es que gracias al CONABIP miles de bibliotecas a lo largo y ancho del país logran sostenerse como un espacio de lectura y formación.
La ley, que ante la imposibilidad de aprobar los principales artículos regresó a la instancia de comisión, dedicaba el apartado quinto exclusivamente a la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP).
En él, se proponía el desfinanciamiento de las asociaciones eliminando cualquier tipo de ayuda que otorgue el Estado. Entre ellos, hoy están vigentes las tarifas reducidas a los servicios públicos para las bibliotecas populares así como los beneficios en relación al gravamen fiscal. Con la posible eliminación del Fondo Especial creado por la Ley 23.351, se cancelaría la franquicia postal, la liberación de todo gravamen establecido en la ley de impuestos de sellos y la “subvención para el mantenimiento de las instalaciones, aumento del caudal bibliográfico, remuneración y perfeccionamiento del personal bibliotecario —profesional, auxiliar y de maestranza—, modernización del equipamiento y actualización del procesamiento técnico de materiales”.
Bibliotecas populares: un refugio
Entre las diversas formas de ayuda que otorga el CONABIP a las bibliotecas populares existe la financiación de proyectos y talleres que acompañan a los ciudadanos.
Anabel Tomatis, vicedirectora de la Biblioteca Pedagógica y Popular Domingo Faustino Sarmiento de la ciudad de Santa Fe, en charla con El Litoral, explica que gracias al organismo cuentan con un proyecto de digitalización de documentos antiguos, además de una sección de historietas y un catálogo en línea. “Son herramientas que las bibliotecas populares necesitan. Necesitan ese impulso, tanto económico como a veces no económico, que da CONABIP. Sería una pena que se deje sin efecto ese aporte”.
A la Biblioteca Popular ubicada en calle San Martín de la ciudad capital asisten “diariamente más de 100 personas” y cuenta con talleres tanto para adultos como para adolescentes y niños. “Ya hace dos años que venimos brindándoles el espacio a los talleres, y tienen una muy buena repercusión. Hay unos para adultos mayores donde uno ve cómo se sienten cómodos, contenidos, hablando con una psicóloga que les da el taller de la memoria”.
Además de financiar proyectos que enriquecen y facilitan el acceso a los libros y documentos, el CONABIP también aporta capacitaciones gratuitas para el personal, una ayuda para abonar la cuota de internet, bibliomóviles y el Programa Libro%, a través del cual las bibliotecas populares pueden comprar con descuento material bibliográfico de su interés en el marco de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Por ahora, la ley ómnibus se encuentra sin efecto, pero las bibliotecas populares siguen atentas a posibles repercusiones.
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